Way Of Choices - Chapter 753

Capítulo 753 - Ciruelas verdes y el fuego de una estufa

Traducido por: Hypersheep325

Editado por: Michyrr

Una Hua notó a este músico padre e hija porque notó varios detalles bastante extraños.

La túnica del cítara era muy antigua y no mostraba signos de que a menudo se la lavara, pero estaba anormalmente limpia. Aún más extraño fue que, aunque la nieve caía afuera y las calles se habían convertido en lechada, los zapatos en sus pies estaban intactos, luciendo como nuevos.

También estaba esa niña elegante. No transmitía la habitual timidez o autocompasión que tenían las músicas normales. Ella simplemente se sentó silenciosamente en la esquina, con la cabeza ligeramente levantada, sus ojos un poco aburridos. La fría indiferencia en su rostro, que también podía entenderse como un desdén por todo lo que la rodeaba, la hacía parecer ajena al mundo.

Este no era un par de músicos padre e hija ordinarios, al menos ninguno que pudiera verse comúnmente en otros lugares.

Un Hua estaba pensando en estas palabras cuando el dedo del erudito de mediana edad arrancó un sonido nítido y conmovedor de la cítara, y antes de que pudiera desvanecerse, siguieron más notas como el gorgoteo de un arroyo.

Lo que siguió a continuación fue la voz de la niña cantando. La voz de la niña era agradable de escuchar, pero también bastante inusual. En la sílaba final, su lengua se curvaría ligeramente como si quisiera tragarse la última sílaba, pero esto no hizo que sus palabras fueran confusas, ni tampoco hizo que su voz se sintiera aburrida y aburrida. Por el contrario, la hacía parecer una belleza sin igual detrás de una cortina de cuentas.

Una Hua había vivido en la capital por muchos años y había escuchado muchas canciones maravillosas, pero nunca antes había escuchado esa canción. Para su sorpresa, se perdió en la canción, olvidando momentáneamente las rarezas de antes.

Después de que la canción concluyó, el segundo piso de la posada estuvo en silencio durante mucho tiempo antes de que la multitud recordara aplaudir y aplaudir. Los aplausos y aplausos no fueron particularmente fervientes, pero esto no se debió a que la multitud sintiera que el padre y la hija habían tenido un pobre desempeño. Más bien se debió a que todos, incluido An Hua, descubrieron que esta inolvidable canción era inolvidable y no pudieron evitar detener su aplauso.

El padre y la hija no se levantaron para saludar ni expresar su agradecimiento, ni siquiera intentaron tomar dinero. Simplemente se sentaron en silencio en la esquina de la habitación.

El padre ajustó las cuerdas de cítara mientras la chica permanecía inexpresiva.

Una Hua ordenó a sus doncellas que trajeran a la niña, queriendo hacerle algunas preguntas.

La chica ignoró sus súplicas y siguió mirando por la ventana. Tenía los ojos desenfocados, lo que dificultaba distinguir qué estaba mirando.

Una Hua estaba algo triste, pero con su cálida personalidad, no sentía que la hubieran rechazado. Llamó al camarero de la posada y le hizo algunas preguntas, descubriendo que este par de músicos había venido ayer al pueblo de Gaoyang. El padre era mudo y la hija también tuvo algunos problemas. Aparentemente, ella tenía algún tipo de enfermedad extraña.

Un Hua se levantó y caminó hacia la esquina. Sonrió al saludar al mudo cítara, luego se agachó junto a la chica y le tomó la mano.

Ella era maestra de las Trece divisiones de Radiant Green, por lo que era extremadamente hábil en la técnica de Luz Sagrada y habilidades médicas. Simplemente tomando su mano, ella ya había comenzado a tomarle el pulso a la niña. Cuando sintió el pulso entre sus dedos, su frente ligeramente arrugada. Se dio cuenta de que realmente había un problema con esta chica, y era un problema muy complejo que probablemente ya había infligido un gran daño en el mar de conciencia de la niña.

Ella levantó la cabeza para mirar a la niña.

La niña seguía mirando por la ventana.

La mirada de un Hua examinó el perfil de la niña.

Aparte de que sus ojos estaban bastante espaciados, no había nada malo en su rostro. Era muy atractiva, incluso se podía considerarla increíblemente hermosa.

Para una chica tan hermosa ser un poco retrasado fue realmente una pena.

Un Hua sintió una profunda simpatía por la niña. Ella sacó un bolso de su manga, con la intención de pasárselo en secreto a la chica.

Había algunas piezas de plata en este bolso.

En este punto, la niña apartó la mirada de la ventana y de An Hua.

Habían pasado unos segundos desde que An Hua le tomó la mano. La reacción de la niña fue realmente bastante lenta.

Pero An Hua ya no lo pensaría, o tal vez era mejor decir que ya no se atrevería a pensar en esto.

Porque ella vio los ojos de la niña.

Auna distancia tan cercana, ella finalmente entendió que los ojos de la niña no eran aburridos, sino tranquilos.

Su aura no era de extrañamiento, sino una arrogancia que estaba profundamente enraizada en sus huesos.

Aparte de la nieve a la deriva, ninguna otra cosa o materia en este mundo podría perturbar su corazón, interrumpir su calma.

Al ver los ojos de la niña, An Hua de repente sintió como si toda la nieve del exterior estuviera surgiendo, atravesando su ropa y su carne y cayendo directamente sobre su mar de conciencia.

Era como la hierba que se topa con una interminable tormenta de nieve, una hormiga que se encuentra con un gigante.

Su cuerpo se volvió extremadamente frío y rígido. Ella ni siquiera podía mover un dedo.

Incluso sintió que su mar de conciencia estaba a punto de congelarse, que estaba a punto de morir silenciosamente.

Fue en este momento que la niña vio el bolso en la mano de An Hua.

La niña asintió lentamente, su movimiento tan sutil que sería imposible notarlo sin una cuidadosa observación.

Ella se volvió y miró por la ventana una vez más.

La ventisca violenta cesó, el gigante que la miraba con indiferencia desapareció, y An Hua finalmente sintió el calor del mundo real una vez más.

Su cuerpo ya no estaba rígido. Podía moverse, por lo que ya no se atrevió a quedarse. Ella consiguió a sus doncellas y bajó rápidamente las escaleras.

Cuando llegó al primer piso de la posada, se dio cuenta de que su ropa estaba completamente empapada en sudor.

......

......

......

......

Un Hua no habló de este asunto a nadie, ni el general al frente de su grupo ni el mayordomo del Hospital Sagrado de apellido Yang. Esto fue porque ella tenía una comprensión intensa de que casi había descubierto un secreto y murió. Como todavía estaba viva, podría seguir tratando el asunto como un secreto.

Esta había sido la demanda tácita de la niña.

Cuando regresó al patio trasero y escuchó al general decir que era mejor salir de inmediato, su temor no le permitió objeción, y solo hizo algunas preguntas.

"¿Se ha confirmado la ubicación específica?"

"El cuartel general ha tenido personas investigando la fuente de los ingredientes durante dos días. Debería ser correcto".

Había una tienda de medicinas en Gaoyang Village, y según los informes de los exploradores, muchos ingredientes serían transportados a la tienda, y luego serían transportados fuera de la ciudad en el medio de la noche, su último destino desconocido. Era evidente que el maestro de la píldora Cinnabar había elegido Gaoyang Village porque el transporte era conveniente y podían adquirir cualquier tipo de hierba o ingrediente que necesitaran.

En la tarde del mismo día, el general, An Hua, sus doncellas, el Maestro Yang, varias docenas de soldados y el joven maestro de cuadrillas en la camilla se dispusieron a buscar la medicina.

Después de dejar Gaoyang Village, abandonaron las carreteras oficiales y militares y se adentraron más en las montañas, donde el sendero se sumergió gradualmente en la nieve. Aunque ya no era un lodo fangoso, todavía era tan difícil caminar.

Cuanto más se adentraban en las montañas, más silencioso y bello se volvía su entorno. El tenue vapor de las aguas termales se podía ver alzándose entre los pinos.

Si no fuera por la guerra, este lugar se habría convertido en un famoso lugar turístico.

La calidez del crepúsculo desapareció por completo y la oscuridad descendió. A la luz de las estrellas, el grupo avanzó arduo hacia adelante. En algún momento, llegaron a su destino.

Había un pequeño patio enclavado en las profundidades de las montañas. Una corriente de agua serpenteaba alrededor del patio, vapor saliendo de ella. Probablemente fue drenado de la fuente termal.

Debido a la calidez de la tierra, el área alrededor del pequeño patio todavía estaba llena de vida incluso en el invierno. Tan cerca de las aguas termales, la naturaleza adquirió la apariencia de las cuatro estaciones.

Creciendo a lo largo de la pared del patio había un racimo de cebollas y un bosque de bambú. Frente al patio florecían las flores y los árboles que dejaban caer sus hojas crecían frente a las ventanas de medio arco.

Por supuesto, la gran mayoría de la zona todavía estaba en pleno invierno, como el pequeño lago cubierto de nieve.

Había un pabellón en el lago cubierto de nieve, cubierto con cortinas. Las figuras de dos personas podrían verse débilmente dentro.

Una ráfaga de viento levantó las cortinas.

Dentro del pabellón, una estufa se sentó en un fuego, con varias ramas de ciruela que sirven como combustible.

Un hombre y una niña estaban sentados uno frente al otro, con la estufa entre ellos.

Esta niña tenía una cara infantil, estaba vestida de negro, y exudaba un aura de frío.

El hombre era bastantejoven, sus ojos limpios.

Ni la nieve ni las ciruelas podían igualar su limpieza.