Ze Tian Ji - Chapter 652

Capítulo 652 - Luz de luna blanca

Traducido por: Hypersheep325

Editado por: Michyrr

En la ciudad de Xunyang y en el Jardín de Myriad Willows, Zhu Luo había sufrido dos golpes sucesivos y ya no estaba en su apogeo, pero cuando desenvainó su espada, todavía era un experto en el Dominio divino, acompañado por una tormenta.

Esta noche, los torrentes de lluvia habían caído durante mucho tiempo. Incluso ahora, todavía había agua de lluvia que bajaba del mausoleo. Esta agua de lluvia se reunió en los canales poco profundos de blanco, enturbiando gradualmente las aguas en ellos.

De repente, las aguas turbias del canal se convirtieron en un blanco puro similar a la nieve.

No porque hayan sido limpiados, sino por la luz reflejada.

Un esplendor extremadamente brillante y claro apareció en la base del Mausoleo de los Libros.

Este esplendor vino de la espada en la mano de Zhu Luo.

Luego, una esfera de luz blanca pura apareció en medio de las nubes y estrellas dispersas. Todos sabían que era falso, pero parecía tan real cuando lo miraban.

La espada de Zhu Luo se estrelló contra el Mausoleo de los Libros.

Una racha de luz de luna siguió.

Una raya de luz de luna apareció simultáneamente en el cielo nocturno.

Las aguas del canal brillaban con un brillo incomparable, tan blancas que parecían algo deslumbrantes.

El camino divino pavimentado con jade blanco también brillaba con un blanco puro.

Una racha de intento de espada y dos rayos de luz de luna, el golpe de apertura y el ataque de seguimiento, llegaron como una marea.

Esta fue la técnica de espada más poderosa que Zhu Luo se había iluminado hace varios siglos cuando vio la luna de los demonios en las llanuras nevadas al norte.

Él había confiado precisamente en esta técnica de espada para decapitar al Demonio General, que estaba en segundo lugar, estableciendo de allí en adelante su reputación trascendente.

Esta noche fue su última noche y este golpe fue presumiblemente su golpe final, por lo que este fue naturalmente su golpe más poderoso.

La totalidad del Mausoleo de Libros estaba inundado por la luz de la luna. Para este experto trascendente del condado Tianliang empujar su intento de espada a tal nivel, mientras que tan gravemente herido fue realmente inspirador.

Sin embargo ... un golpe tan poderoso y magistral ni siquiera fue capaz de entrar en el Camino divino, mucho menos alcanzar la cima del Mausoleo de los Libros.

En el momento en que sus dos rayos de luna se levantaron para seguir la intención de su espada, otra corriente de luz explotó desde la base del Mausoleo de Libros.

Esta corriente de luz era más brillante, más pura, más dura que la luz de la luna de Zhu Luo.

Fue un resplandor de espada.

Esta espada resplandece como una tormenta de nieve que envuelve al mundo en la base del camino divino en una cantidad extremadamente breve de tiempo.

Estos dos extremadamente poderosos intentos de espada chocaron.

El agua en los canales hervía, rociando innumerables gotas de agua cristalina en el cielo nocturno que rápidamente se cortaron en dos.

La llanura firme de piedra negra estaba marcada con innumerables barras de espada extremadamente rectas, de al menos varios pies de profundidad.

El mundo estaba lleno de sonidos estridentes y anormalmente terroríficos de rebanar.

¿Podrían los dos rayos de luz de la luna alejar la tormenta de nieve o la tormenta de nieve podría oscurecer la luna?

¡De repente, se escuchó el sonido extremadamente rechinante del metal roto!

En un vendaval de viento y nieve, la luna en el cielo nocturno se dispersó y se rompió, ¡los rayos de luna frente al camino divino se aniquilaron junto con él!

La figura de Zhu Luo se disipó de repente.

En el momento siguiente, él había regresado frente a su silla de ruedas.

Su cara estaba extremadamente pálida, la espada en sus manos ya rota.

Su cabello gris bailaba en el viento de la noche. Ocasionalmente, algunos tallos se partían.

Había llevado la determinación de morir mientras atacaba el mausoleo de libros. Había sido incomparablemente determinado, por lo que naturalmente no elegiría retirarse.

Había sido forzado a regresar por la tormenta de nieve de intento de espada.

La emperatriz divina de Tianhai aún no había atacado, ¿por lo que la intención de su espada era tan poderosa?

El cuerpo de Zhu Luo comenzó a temblar levemente como si el viento estuviera a punto de tirarlo al suelo.

Guan Xingke lo miró.

Zhu Luo negó lentamente con la cabeza. Lentamente colocó su espada rota en su funda y luego levantó lentamente la cabeza para mirar hacia adelante.

Pudo haber realizado estas acciones con mucha más confianza y facilidad, pero no lo hizo. Hizo todo con gran gravedad y lentitud porque sabía que era la última vez que podría envainar su espada.

La intención de la espada similar a una tormenta de nieve se dispersó gradualmente, revelando una imagen vaga de la base del camino divino y el pabellón allí.

En el pabellón estaba sentado un hombre.

Zhu Luo lo miró y suspiró con tristeza: "No esperaba que ya eras tan poderoso".

Con un suave desgarrón, la solapa delantera de su vestido se abrió, revelando una herida clara y profunda de la que la sangre se filtraba gradualmente.

"Hace dos años, Xun Mei se encontró con su muerte mientras buscaba el Dao, y me conmovió. En esa noche, decidí abrirme paso. Desde ese momento, ya era así de poderoso ''.

Una voz antigua surgió del pabellón.

Esta voz provenía de la armadura, como teñida por el olor del tiempo que impregnaba el polvo y el óxido de la armadura.

Cuando las palabras cayeron, el polvo gradualmente se elevó, y luego vino el raspado del metal.

Luego, el pabellón se derrumbó, el polvo se levantó en una pluma. En medio de este polvo, una figura montañosa era débilmente visible.

Se había sentado bajo este pabellón durante seiscientos años. Esta noche, finalmente se levantó.

Él era el guardián del Mausoleo de los Libros.

El primer general divino clasificado del continente, Han Qing.

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Al ver el pabellón de repente colapsado, al ver la figura entre el polvo, todos quedaron asombrados, sus expresiones extremadamente graves.

Ninguno de estos expertos que llegaron al Mausoleo de los Libros olvidaría la existencia de esta figura legendaria, pero se habían acostumbrado a tratarlo como una escultura o un símbolo.

Después de haber guardado el mausoleo durante más de seiscientos años, Han Qing, el general divino número uno del continente, había obtenido el respeto del mundo entero. Incluso las tormentas de las ocho direcciones no se atreverían a menospreciarlo.

Todos sabían que si él no había hecho un juramento para proteger el mausoleo, podría haber entrado en el divino Dominio hace muchos años.

Sin embargo, esta noche, ¡la gente descubrió que él ya había penetrado!

Se paró frente al Camino divino, su mano izquierda sosteniendo su vaina y la derecha sosteniendo una espada. Aunque era solo un hombre, todo un ejército parecía estar allí.

"Cuando Su Majestad Taizong regresó al mar de estrellas, una vez juró que no entraría en lo divino durante toda su vida".

Zhu Luo no prestó atención a la herida que se profundizaba gradualmente en su abdomen. Mirando fijamente a Han Qing, él preguntó: "Ahora que has roto tu juramento, ¿cómo puedes tener la cara para encontrar a Su Majestad en el futuro?".

Además de Zhu Luo, Guan Xingke, Bie Yanghong y otros expertos del Dominio divino, nadie más sabía de este asunto, ni nadie entendía por qué el emperador Taizong, al borde de la muerte, había hecho que Han Qing jurara este tipo de juramento.

Incluso la cabeza del clan Qiushan no sabía de este secreto. Su rostro se volvió pensativo.

Han Qing guardó silencio, sin responder a las palabras de Zhu Luo. La sombra de su casco oscurecía su rostro, haciendo que la expresión de su rostro fuera un misterio.

"Los viejos del pasado, esos juramentos pasados ​​de moda, nada de eso es importante".

Zhu Luo suspiró tristemente y continuó: "Así es, en la ciudad de Xunyang, incluso rompí mi juramento al cielo estrellado y ataqué a Wang Po, así que, ¿qué derecho tengo para exigirte algo?".

Al decir esto, lentamente se sentó en su silla de ruedas y luego cerró lentamente los ojos.

La sangre que se filtraba por la herida en su abdomen de repente comenzó a cambiar de color. Se volvió brillante y translúcido como mezclado con los fragmentos de muchos cristales.

Esta sangre cristalina se disolvió en el viento de la noche, transformándose en innumerables motas de luz esplendorosa.

Su cuerpo también se transformó en innumerables motas de luz esplendorosa, como la luna que pendía sobre las llanuras nevadas de los demonios hace varios siglos.

Esta luz se dispersó gradualmente en el viento, alejándose en todas las direcciones hasta que no quedó nada.

Solo quedaba una silla de ruedas vacante.

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Zhu Luo había muerto.

Independientemente de la evaluación que la gente común tenía de él, especialmente después de la noche lluviosa en la ciudad de Xunyang, todavía era un personaje importante del continente.

Aunque la Santa Doncella del sur y Su Li le habían otorgado derrotas consecutivas y miserables, todavía era un experto supremo del Dominio divino, un gran maestro de la humanidad.

Cuando era joven, había ido varias veces a las llanuras nevadas del norte y logró un enorme mérito, fue capaz de componer poemas mientras bebía, unnd era una persona extremadamente segura de sí misma, el ídolo de las multitudes.

Cuando todo estuvo dicho y hecho, él fue el Sect Master de la Secta Emotion-Severing, el patriarca de uno de los clanes más prestigiosos del condado de Tianliang, y una tormenta de las ocho direcciones.

En circunstancias normales, la muerte de una figura tan importante seguramente sería un gran evento que conmovió a todo el continente.

Esta noche, su muerte parecía normal.

No solo porque había muerto con demasiada calma, sino más porque cuando muchas personas vieron su muerte, sus reacciones no fueron muy exageradas.

Esto era una señal de que todos ya se habían preparado mentalmente para el hecho de que este tipo de eventos continuarían, este tipo de escenas continuarían apareciendo.

Era inevitable que más expertos del Dominio divino murieran.

Simplemente no sabían si sería otra de las Tormentas de las Ocho Direcciones o el Santo en la cima del Mausoleo de Libros.

Esta noche fue realmente una noche aterradora.

......

......

Aplaudir.

La vaina en las manos de Han Qing cayó sobre sus pies, salpicando agua.

Las aguas turbias del canal también saltaron y luego volvieron a caer, volviendo a la quietud, sin atreverse a moverse.

Dos ojos extremadamente profundos se asomaron a la oscuridad bajo el casco y miraron alrededor del Mausoleo de Libros.

Una voz también salió de la oscuridad, transmitida a todo el Mausoleo de Libros.

"Todos los que pisen el camino divino morirán".

Esta fue la orden que la emperatriz divina Tianhai le había dado antes de traer a Chen Changsheng a la cima del Mausoleo de los Libros.

Nadie se atrevió a responder, dejando solo silencio.

Guan Xingke miró silenciosamente la silla de ruedas vacía. En algún momento, su sombrero de bambú había sido eliminado, revelando su cara ordinaria y sin complicaciones.

Bie Yanghong tenía una mirada solemne en su rostro. Wuqiong Bi estaba de pie a su lado, el batidor de cola de caballo descansaba en la curva de su brazo aún cayendo hasta su cintura. Sus manos se apretaron extremadamente apretadas hasta que estuvieron pálidas.

Aunque Zhu Luo había sido gravemente herido, todavía era una de las Ocho Tormentas.

Y si lo que Han Qing dijo era verdad, que solo había pisado el Dominio divino hace no más de dos años, entonces, lógicamente hablando, su comprensión y control de las leyes y principios mundiales debería haber sido muy inferior a la de Zhu Luo.

Sin embargo, solo había usado un golpe para matar a Zhu Luo.

Este fue un hecho que encontraron muy difícil de aceptar, que hizo que sus corazones se hundieran un poco.

Pero no importa cuán difícil era aceptar el hecho, ya había ocurrido. Lo que debería hacerse todavía debe hacerse.

Las tres Tormentas ya podían percibir vagamente que el alma divina de la Emperatriz ya estaba en otra parte, solo que su persona todavía estaba parada en el Mausoleo de los Libros. Además, ella acababa de sufrir un descenso en su cultivación al ayudar a Chen Changsheng a desafiar los cielos y cambiar el destino, e incluso había sufrido un asalto psicológico al enterarse de que Chen Changsheng no era el Príncipe Heredero Zhaoming. Podría decirse que estuvo en su estado más débil en los últimos doscientos años.

Esto también significaba que ahora era el momento con la mayor posibilidad de que la divina Emperatriz fuera derrotada.

No podían perder esta oportunidad.

Si querían pisar el camino divino y luchar con la emperatriz divina de Tianhai, primero tenían que derrotar al divino general Han Qing en su base.

Además, otros no lo sabían, pero sabían del mayor secreto de Han Qing y por eso anhelaban aún más que Han Qing muriera.

La expresión de Wuqiong Bi se puso cada vez más nerviosa, un atisbo de miedo intermitente en sus ojos, finalmente reemplazado por locura.

Aquella que fue evaluada por la Emperatriz divina como tonta e incompetente, casi como una idiota, era todavía una experta en el Dominio divino. Su corazón Dao podría sufrir reveses de vez en cuando, pero no podían influir completamente en su mente.

"Han Qing debe haber resultado herido. Esta es nuestra oportunidad. ¡Subamos rápidamente! '', Le dijo severamente a Bie Yanghong.

La pequeña flor atada a su dedo meñique se balanceó ligeramente, pareciendo seguir su propia cadencia. Mientras se balanceaba en el viento, parecía muy hermoso.

Bie Yanghong guardó silencio, no cumpliendo con las palabras de su esposa.

La lluvia se había detenido hace mucho tiempo. Las nubes se habían separado y las estrellas brillaban. De repente, el vasto cielo de estrellas pareció hacerse más brillante.

Daba la sensación de que todas las estrellas en el cielo se habían acercado al suelo.

Por la ruedair, la figura de Guan Xingke ya no estaba allí, solo su sombrero de bambú en el agua de lluvia.

Las innumerables estrellas en el cielo, que parecían reales y falsas, llegaron al Mausoleo de los Libros, barriendo hacia donde estaba Han Qing junto con esa figura.

Han Qing levantó levemente la cabeza, y ese rostro que había estado oscurecido en la penumbra de su casco durante seiscientos años finalmente fue iluminado por la luz de las estrellas.

Era un rostro incomparablemente anciano.