Way Of Choices - Chapter 875

Capítulo 875 - Grandato Marcial del Templo de South Stream?

Traducido por: Hypersheep325

Editado por: Michyrr

"Hermana mayor, ¡son ellos!"

Las dos chicas miraron a Tang Treinta y Seis y resentidamente dijeron: "¡No sé de dónde vinieron estos malvados que son tan presuntuosos como para abrirse camino a través de la puerta de la montaña!"

Tang Treinta y Seis miró. Había bastantes caras conocidas entre estas chicas, especialmente la chica delicada que las dirigía.

"Oh, Ye Xiaolian, eres tú".

No esperaba encontrarse tan rápidamente con un conocido, y felizmente se adelantó.

Las dos chicas se sorprendieron e inconscientemente se escondieron detrás de Ye Xiaolian.

Ye Xiaolian tampoco había esperado que el loco que le contaron sus hermanastras se atreviera a abrirse camino a través de la puerta de la montaña para ser Tang Treinta y Seis.

El discípulo de South Stream Temple con el que la gente de la Academia Ortodoxa estaba más familiarizada era Ye Xiaolian. Sin siquiera mencionar la historia más antigua, las dos partes habían interactuado durante mucho tiempo en el viaje desde el Monte Han a la Academia Ortodoxa.

Sorprendida, ella preguntó: "¿Cómo pudiste ser tú?"

Tang Treinta y seis no notó la extrañeza en su expresión. Sonriendo, él contó lo que había sucedido antes.

Mientras hablaba, las dos chicas se confundieron cada vez más, pensando, ¿por qué la hermana mayor no está un poco enojada? ¿Por qué la hermana mayor también sonríe?

¿La hermana mayor realmente conoce a esta persona loca e incluso es amiga de ellos?

Después de escuchar el cuento de Tang Treinta y Seis y compararlo con las palabras de sus dos hermanas menores, Ye Xiaolian entendió lo que había sucedido. Ella dijo secamente a Tang Treinta y Seis: "¿Acaso no te hicieron solo unas pocas preguntas? ¿Por qué las asustaste así? ¿No viste lo jóvenes que eran?"

Tang Treinta y seis respondió con mucha seriedad: "¿No deberías saber cuán amable es mi personalidad?"

Por supuesto, esto fue sarcasmo. Todos sabían qué clase de persona era, y nada más que Ye Xiaolian. Hace varios años, cuando ella tenía más o menos la misma edad que estas dos hermanas menores, ¿cuándo se había compadecido o había perdonado a esta sinvergüenza? Él era realmente una cosa desvergonzada.

Cuando pensó en cómo este sinvergüenza en la avenida divina la había regañado en lágrimas, no pudo evitar sentirse algo humillada. Miró a Tang Treinta y Seis y escupió.

Tang Treinta y Seis naturalmente sabía por qué lo hacía y sonrió. "Digo, ¿qué tipo de actitud es esta? Hoy soy un invitado".

"Ciertamente no recuerdo invitarte".

Con este brusco comentario, Ye Xiaolian dejó de prestarle atención. Se volvió hacia Hu Treinta y dos, su sonrisa se desvaneció mientras decía serenamente: "Discípula de tercera generación del Templo South Stream, Ye Xiaolian".

Hu Thirty-Two respondió: "Anterior arzobispo de Wenshui, Hu Thirty-Two".

En el lado, Tang Treinta y Seis señaló: "Este es un cardenal de la Ortodoxia, e incluso podría entrar en el Salón de Anuncios en unos días. De ninguna manera debes descuidar tus modales".

Estas palabras simultáneamente los molestaron a ambos.

Ye Xiaolian primero se enojó, luego se sorprendió.

Como discípula del Templo South Stream, ella sabía naturalmente que el puesto de Arzobispo del Salón de Anuncios había estado vacante durante tres años. Si ella no hubiera entendido mal el significado de Tang Treinta y Seis, este individuo de aspecto ordinario se convertiría en Prefecto de la Ortodoxia en unos pocos días. Pero Tang Treinta y Seis no tenía mucha relación con las figuras eminentes de la ortodoxia, entonces, ¿por qué habían venido juntos a Holy Maiden Peak? Podría ser…

Pensó en una posibilidad y miró a Tang Treinta y Seis.

Tang Treinta y seis asintió.

Los ojos de Ye Xiaolian se volvieron excepcionalmente brillantes. Parecía muy feliz, pero su humor también era algo más complejo que eso.

Hubo placer, algo de alivio después de agotarse por un largo tiempo, y también hubo malestar y confusión.

De repente, una voz vino desde el camino de la montaña detrás de ellos.

"¿Quién eres tú que te atreves a inmiscuirte en una tierra santa?"

Era una voz helada, pero también de una majestad increíble, como un alto funcionario de la Corte Imperial, y también como las leyes de hierro del Salón de las Nubes a la deriva, imbuidas de un aura de poder inconmovible.

Cuando esta voz sonó, el mar de bambú una vez más se enfureció, y la expresión de Ye Xiaolian se volvió mucho más sombría.

Una monja Daoista apareció en el camino de la montaña. Era difícil identificar una edad específica, pero de su tedistracción, ella probablemente era de mediana edad.

Vestía un uniforme negro del templo, sus mangas flotando en el viento imbuyéndola de un aura trascendente. Sin embargo, sus cejas de nivel también le daban una sensación extremadamente serena.

Varias docenas de discípulos de South Stream Temple la siguieron.

Sobre la llegada de esta monja taoísta vestida de negro, los discípulos que habían llegado se inclinaron primero y dijeron: "Grandato marcial".

Esta dirección hizo que Tang Treinta y Seis levantara ligeramente las cejas con sorpresa.

En sus impresiones, South Stream Temple debería haber sido administrado por los discípulos de segunda generación. Él nunca había oído hablar de los ancianos de las generaciones anteriores.

Xu Yourong era un discípulo de segunda generación, mientras que Ye Xiaolian contaba como un discípulo de tercera generación.

¿Esta monja taoísta vestida de negro tenía un estatus tan elevado?

Se sacudió las hojas de bambú, se arregló la ropa y se preparó para saludar a la monja.

La monja taoísta ni siquiera lo miró, y mucho menos le dio la oportunidad de explicar.

"Ye Xiaolian, ¿por qué tu espada no está levantada? ¿Planeas dejar entrar a extraños a la montaña?"

La monja taoísta reprobó duramente a Ye Xiaolian.

Ye Xiaolian se sorprendió al escuchar estas palabras y se sintió completamente ofendido. Sus ojos ligeramente enrojecidos y ella levantó la cabeza, con la intención de discutir.

La tez de la monja taoísta se volvió aún más sombría, su voz más dura. "¿Todavía no reconoces tus errores?"

"Has dicho suficiente".

Tang Treinta y Seis sacó a Ye Xiaolian detrás de él y le dijo: "¿Te sientes orgulloso, te sientes orgulloso, disciplinando a tu discípulo frente a los de afuera?"

Cuando estaba descontento, no le importaba si su oponente era un Grandativo Marcial extremadamente mayor del Templo de South Stream.

Hu Thirty-Two vio que algo no estaba bien y se apresuró a dar un paso adelante. Mirando a la monja taoísta, dijo: "Estamos atendiendo a Su Santidad el Papa, sin intenciones de entrometernos en la montaña. Solicito el juicio profundo de Senior".

Estas palabras confirmaron las conjeturas previas de Ye Xiaolian. Después de una momentánea sorpresa, sus ojos se volvieron aún más rojos, no porque se sintiera agraviada, sino porque estaba emocionada.

Aquellas discípulas que habían ido al Monte Han y estaban familiarizadas con la Academia Ortodoxa se miraron y sonrieron, aparentemente muy felices.

Un repentino ataque de tos, impregnado de un aire de autoridad de popa, instantáneamente hizo que estas sonrisas se desvanecieran.

"¿Estás diciendo que Su Santidad el Papa ha venido a nuestro Templo South Stream?"

La monja vestida de negro preguntó fríamente a la pareja: "Entonces, ¿dónde está Su Santidad?"

Hu Thirty-Two no supo cómo responder. ¿Podría ser que el Papa hubiera estado preocupado de que South Stream Temple pudiera estar en lucha interna y se haya infiltrado en Holy Maiden Peak sin enviar un mensaje?

Tang Treinta y seis era un maestro para resolver situaciones incómodas como esta, porque el rasgo necesario para tal tarea era precisamente una piel muy gruesa.

"El Papa tenía una ansiedad ardiente en el corazón y fue primero. Ya debería estar en Holy Maiden Peak. Si quieres rendirle homenaje, tendrás que esperar un tiempo".

Señaló al final del camino de la montaña mientras hablaba. Había un acantilado allí, y detrás del acantilado había una hermosa montaña envuelta en las nubes.

La monja daoísta ignoró el tono burlón de sus palabras. Mirándolo fijamente a los ojos, dijo, "Holy Maiden Peak no es tan fácil de inmiscuirse".

Tang Treinta y seis sintió una presión poderosa y una presión poderosa y arqueó las cejas. "El norte y el sur de la ortodoxia provienen de la misma fuente. Incluso si son los sellos del Templo South Stream, ¿cómo podrían dañar a Su Santidad el Papa? Ha pasado tanto tiempo, y todavía no hay disturbios, parece que Holy Maiden Peak ... lo ha recibido con entusiasmo ".

Todos podían escuchar el significado oculto en sus palabras.

Tang Treinta y Seis simplemente no quería perder en términos de comportamiento, pero no esperaba que sus especulaciones estuvieran tan cerca de la verdad.

La expresión de la monja taoísta se volvió aún más fría. "Una persona que entra sin preguntar es un ladrón, y ¿cuándo un maestro ha acogido a un ladrón en su casa?"

Tang Treinta y Seis alzó las cejas y preguntó: "Estas palabras son profundamente irrespetuosas para Su Santidad. ¿Todavía persiste en la actuación?"

"Desde que ingresaste a la montaña sin enviar un mensaje de antemano, no eres camarada, sino un invasor extranjero".

La monja Daoista lo miró a los ojos y dijo inexpresivamente: "Alguien, ven y aprovecha estos dos".

Había treinta discípulos de South Stream Temple en el sendero de la montaña, lo suficiente como para formar un conjunto de espadas. Xiao Zhang o Liang Wangsun lo encontrarían difícilult para romper esa matriz de espadas, mucho menos Tang Treinta y Seis.

Si estos discípulos comenzaban a atacar, Tang Treinta y Seis y Hu Treinta y Dos no tendrían más remedio que huir hacia la montaña.

No se movieron, porque los discípulos de South Stream Temple no se habían movido.

Los diez-algunos discípulos que habían ido a la Academia Ortodoxa intercambiaron miradas, sus expresiones aprensivas, sus mentes perplejas sobre lo que deberían hacer. Esos discípulos que no habían ido a la Academia Ortodoxa inconscientemente agarraron sus espadas, pero luego recordaron las historias que sus hermanas marciales les habían dicho hace dos años y recurrieron a Ye Xiaolian, preguntando con sus ojos qué debían hacer.

El camino de la montaña estaba absolutamente silencioso.