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Way Of Choices - Chapter 866

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Capítulo 866: Capítulo 866 - Puedo estar un poco más alto

Capítulo 866 - Puedo estar un poco más alto


Traducido por: Hypersheep325

Editado por: Michyrr


El polvo se asentó y la figura de Zhexiu apareció frente a Xiao Zhang.

Llevaba solo una capa de ropa, y las mangas y los pantalones habían sido cortados muy cortos, por lo que era imposible ocultar esos pelos con forma de aguja que brotaban de su piel.

Sus dedos estaban inclinados por diez garras increíblemente afiladas y duras. Brillaban con una luz fría que hacía temblar de miedo a los espectadores.

Aún más aterrador era que su rostro también estaba cubierto de pelo, sus dientes tan afilados como sus garras, sus ojos cubiertos por un rojo ensangrentado.

Ante esta visión, la multitud estalló en gritos de horror, retrocediendo como una marea mientras todos huían para salvar sus vidas.

Zhexiu no se preocupó por estas cosas. Sus ojos permanecieron fijos en aquellos taoístas vestidos de azul.

Estos taoístas vestidos de azul eran muy poderosos, y aún más aterrador era que eran muy peligrosos.

El poder no necesariamente significa peligro. Nadie entendió este principio más que Zhexiu.

Así que eligió sin vacilación usar una metamorfosis frenética en el primer momento, enfrentando a estos enemigos en su estado más poderoso.

......

......

Varias espadas Dao zumbaban, vibrando a altas velocidades bajo la luz de la mañana.

Los taoístas vestidos de azul miraron a Zhexiu y ligeramente fruncieron el ceño. No dijeron nada, ni atacaron.

Aunque Zhexiu había crecido luchando en las llanuras nevadas en la frontera norte, siempre había tenido una reputación famosa en la región central del Gran Zhou.

Los daoístas solo necesitaban una mirada para reconocer al joven experto de la tribu Wolf.

Wofu Zhexiu era el experto más peligroso de la generación más joven.

Este fue un hecho públicamente reconocido, a pesar de que habían pasado bastantes años desde que él había mostrado esa experiencia aterradora y perseverancia en una batalla.

Si Zhexiu insistía en proteger a Xiao Zhang, hoy seguramente se convertiría en una batalla amarga, incluso sangrienta.

Pero los taoístas vestidos de azul solo estaban recelosos de él, no tenían miedo.

Concluyeron con mucha frialdad que Zhexiu no podía alterar la conclusión final de que Xiao Zhang aún moriría.

No se habían detenido por la repentina aparición de Zhexiu, sino porque sabían dónde había ido Zhexiu después de abandonar las llanuras nevadas, quién había estado con él todo el tiempo.

Como era de esperar, la multitud debajo de ellos se separó a los lados como una marea.

Chen Changsheng subió los escalones de piedra.

Toda la ciudad de Fengyang se volvió absolutamente silenciosa.

Nadie aquí reconoció a Chen Changsheng, pero todos los súbditos del Gran Zhou eran creyentes de la Ortodoxia, entonces, ¿cuál de ellos podría no reconocer el Bastón divino en sus manos?

¿Quién en el continente tenía el derecho de ejercer el Bastón divino?

Finalmente, alguien recobró el sentido, dejando escapar un gemido que hizo que toda la ciudad de Fengyang despertara de su estupor.

Todavía como una marea, las masas se arrodillaron en el suelo y se postraron ante Chen Changsheng, sus incontables voces piadosas y reverentes se combinaron, transformándose en un estruendoso estampido.

"Pagando respetos a Su Santidad el Papa".

Chen Changsheng se acercó al lado de Zhexiu, luego se volvió hacia los daoístas vestidos de azul.

Los taoístas también se postraron ante Chen Changsheng, sus expresiones reverentes, sin renuencia en sus caras.

Chen Changsheng asintió.

Los funcionarios y expertos del Ministerio de Justicia también se postraron.

Chen Changsheng se volvió hacia Xiao Zhang. Al ver esa hoja de papel blanco, recordó su primer encuentro en la ciudad de Xunyang, y no pudo evitar sentirse melancólico.

Incluso ahora, ni siquiera miró al magistrado.

La complexión del magistrado fluctuó por unos momentos, pero finalmente levantó el frente del vestido de su oficial y se postró.

Xiao Zhang no se arrodilló, ya que él no tenía la fuerza. Por supuesto, aunque rebosara fuerza, no se arrodillaría ante Chen Changsheng.

Chen Changsheng había sido el Papa durante tres años. Su prestigio en el continente se había elevado cada vez más, especialmente con su reaparición reciente y la cuestión de la píldora Cinnabar.

A los ojos de Xiao Zhang, él seguía siendo ese joven talentoso con una personalidad suficientemente fuerte que conoció en la ciudad de Xunyang, pero también tan aburrido y poco interesante como Wang Po.

En resumen, vio a Chen Changsheng como un junior, entonces ¿por qué debería arrodillarse?

Xiao Zhang preguntó, "¿Cómo apareciste aquí?"

Chen Changsheng respondió: "Simplemente estoy de paso".

Esto fue naturalmente una excusa. Nadie lo creería.

Xiao Zhang preguntó: "¿Qué quieres hacer?"

Chen Changsheng respondió: "Quiero perdonar sus crímenes".

Después de decir esto, levantó el Bastón divino.

Todo lo que se necesitaba ahora era que Xiao Zhang se arrodillara, y luego usaría el extremo superior del Bastón divino para tocar ligeramente la cabeza de Xiao Zhang tres veces, y la ceremonia de perdón estaría completa.

"¡Sostener!" El magistrado reprimió el miedo en su corazón y preguntó con voz temblorosa: "¿Cuándo pudo el Palacio de Li involucrarse en los asuntos de la corte?"

De acuerdo con las leyes del Gran Zhou y algunas reglas antiguas y no escritas, el Palacio Li normalmente no se involucraba en asuntos políticos.

Chen Changsheng finalmente miró al magistrado, pero aún así no le habló.

"De acuerdo con el Memorial sobre el castigo de las Grandes Leyes Zhou, aparte de los delitos de traición, Su Santidad el Papa tiene el derecho de recibir un perdón especial".

Hu Thirty-Two había llegado en algún momento a la escena. Le dirigió al magistrado una mirada impasible y dijo: "¿Qué rango obtuviste en el Gran Examen que ni siquiera sabes esto?"

La cara del magistrado se volvió anormalmente antiestética. Estaba familiarizado con las leyes tanto de la iglesia como del Gran Zhou, por lo que naturalmente sabía que el Papa tenía derecho a un perdón especial. Sin embargo, el Papa anterior nunca lo había usado una vez en sus siglos de gobierno, así que ni hablar de él, incluso los duques de la corte probablemente lo habían olvidado.

Esas palabras que él había dicho antes habían llevado tanta fuerza y ​​vigor que parecían hacer un sonido cuando cayeron al suelo, e incluso ahora parecían estar haciendo eco.

"Matas a inocentes. Ni siquiera diez mil muertes expiarían tus crímenes.

"Por lo tanto, eres malvado más allá de la redención".

Pero no mucho después de haber dicho esas palabras, el Papa apareció y dijo que quería perdonar los crímenes de Xiao Zhang.

Este era el derecho especial del Papa. "Incluso si diez mil muertes no expiarían tus crímenes, incluso si eres malvado más allá de la redención, si quiero perdonarte, estás libre de pecado".

Tang Treinta y Seis también había llegado. Señalando a los taoístas vestidos de azul, dijo: "Si la ortodoxia no puede involucrarse en asuntos de la corte, ¿por qué estos daoístas del Monasterio de la eterna primavera se atreven a matar a alguien en la calle? Mi señor magistrado, ¿no es así? ¿Han arrestado a esta gente y la han enviado a prisión primero?

Los taoístas vestidos de azul parecían no afectados, pero la complexión del magistrado continuó empeorando.

En este momento, Xiao Zhang dijo de repente, "ciertamente no me arrodillaré ante ti".

Si se negó a arrodillarse, ¿cómo podría completarse la ceremonia de indulto?

Nadie podría haber esperado que justo cuando el asunto parecía estar a punto de resolverse, apareciera un nuevo problema.

Tang Treinta y seis estaba preparado para decir algunas palabras duras a Xiao Zhang, pero fue detenido por Chen Changsheng.

"Puedo estar un poco más alto".

Chen Changsheng caminó unos pocos pasos, luego se dio la vuelta.

Ahora estaba unos pasos más arriba que Xiao Zhang, a la altura justa.

Sin necesidad de arrodillarse a Xiao Zhang, podría levantar el Bastón divino, estirarlo nivelado como una regla y tocar la cabeza de Xiao Zhang.

Sin ningún sonido, la punta del Bastón divino tocó ligeramente la cabeza de Xiao Zhang tres veces, completando la ceremonia.

De principio a fin, Xiao Zhang no dijo nada, y nadie podía ver cuál era su expresión debajo del libro blanco. ¿Estaba asombrado o furioso?

Después de un rato, se frotó la cabeza y dijo: "Un poco de picazón".



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