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Realms In The Firmament - Chapter 128

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Capítulo 128 - Cena en el palacio de Hua-Yang

Ye Xiao llevaba una túnica de algodón impropia. Cuando llegó a la puerta de la ciudad, operó su arte marcial para limpiar el olor a sangre y manchas de sangre en su cuerpo. Finalmente, suspiró de alivio.

Se dio cuenta de que había muchas chicas alrededor de la puerta. El olor de sus perfumes se acercó a él de una manera agridulce. Era un grupo de viaje femenino que salía de la ciudad. Deben estar dirigiéndose a la montaña de hielo. En realidad viajan en grupos.

De hecho, este grupo de chicas obviamente fue creado por los amigos de la hermana de Su Ye-Yue. Algunas de ellas eran las hijas de los oficiales principales, mientras que algunas de ellas eran princesas del clan real. Había chicas de casas nobles y también hijas de hombres ricos ... De todos modos, no habría chicas de familias pobres ni de casas comunes en este grupo.

Ye Xiao fue como encontrar serpientes y escorpiones. Se apresuró a esconderse a un lado.

Si las chicas las atraparan, tendría que ir con ellas como compañía. Eso sería realmente una suerte de mier** para él ... Él acaba de regresar de la montaña de hielo y no quería regresar.

[Debo estar enojado si vuelvo allí otra vez.]

Fue más que suficiente para él experimentar esa escena memorable en su vida.

Ese grupo de chicas pasó por Ye Xiao en sus sedanes colgantes. De hecho, se alinearon en una señal muy larga. A su alrededor, había guardias en sus casas caminando y mirando a la gente en la calle, como si todos los hombres a su alrededor fueran pervertidos ...

Ye Xiao se escondió entre la multitud y miró al gran grupo de chicas de clase alta que colgaban. Tenía ganas de extrañar a alguien.

En este grupo, debería haber una chica con la que estaba familiarizado. Entonces, si tenía ganas de extrañar a alguien, esa persona debe ser la niña ... Su Ye-Yue, Lady Su.

[Ella siempre es aficionada a unirse a grandes eventos. ¿Por qué ella no está en el grupo?

Eso es raro.]

Ye Xiao miró con más cuidado y descubrió que no había ningún sedán del Palacio de Hua-Yang.

Él sintió que era extraño.

Usualmente, cuando sucedía algo como esto, Su Ye-Yue estaría muy ansiosa de unirse a tal evento con su grupo de hermanas ...

Una de las razones por las que se apresuró a abandonar la montaña fue porque no quería que Su Ye-Yue lo reconociera. Si se encontraba con ella, aunque estaba disfrazado de Feng Zhi-Ling ...

Su Ye-Yue era demasiado familiar y estaba preocupado por Ye Xiao. Él no querría arriesgarse a ser expuesto. Además, acaba de salir de una batalla de vida o muerte, por lo que estaba agotado mental y físicamente. Él no estaba en condición estable, por lo que no podía estar seguro de si sería capaz de cubrirse bien frente a Su Ye-Yue ...

[¿Cómo es que ella no se une a su grupo esta vez?]

Los humanos eran del tipo que nunca deja de buscar problemas.

Acababa de orar para que la chica no la atrapara o que la niña podía dejar de unirse a este evento solo por un día. Sin embargo, cuando ella realmente no apareció, realmente se preocupaba por ella ...

Sintió que se había perdido algo importante.

Estaba perdido en sus pensamientos y de repente, su expresión cambió. Él murmuró: '' Oh, no ''.

Se aceleró como una estrella fugaz hacia algún lugar dentro de la ciudad.

Se había dado cuenta de la razón por la cual la niña no asistió a este evento. Era el día en que el príncipe Hua-Yang se uniría a la batalla al día siguiente. Entonces, hoy deben prepararse para cenar en familia. Fue la cena antes de que el príncipe Hua-Yang fuera a la batalla. Fue la última unión de la familia antes de ir a la guerra.

Incluso si Su Ye-Yue fuera libre para salir, definitivamente se quedaría en casa con su padre.

Por el momento, la noche estaba por llegar y el cielo estaba a punto de oscurecer.

Fue en el Palacio de Hua-Yang.

El palacio era bastante diferente de lo que solía ser. Había luces de colores colgando por todas partes.

La puerta del palacio generalmente estaba cerrada, pero ahora estaba abierta.

Había una larga lanza a la izquierda de la puerta y una gran espada ancha a la derecha.

Las armas, en lugar de los guardias, en realidad estaban protegiendo la puerta cuando estaban a punto de salir a la batalla.

Desde la puerta, había dos líneas de espadas que conducían al pasillo central. Cada espada ancha tenía aproximadamente un metro de largo sin la empuñadura.

El borde de las espadas brillaba.

Los espadones emitían un aura fría bajo las luces de colores de todo el palacio.

Cada hombre que pasó por las espadas pudo ver claramente su cara dentro de él.

Junto con la visión completa de las sombras de las espadas, también estaba acercándose ese feroz intento de matar.

Si algunos cravens pasaban ocasionalmente por la puerta del Palacio de Hua-Yang, estarían tan asustados y enfermarían.

Quien caminaba por allí constantemente era todos soldados y generales.

Ninguna de las criadas estaba dispuesta a servir en frente de la casa. Todos tenían un día libre. Algunos de ellos estaban descansando en el patio trasero mientras la mayoría de ellos se había ido a casa.

Hoy, quienes saludaron a los invitados y sirvieron en la casa fueron todos soldados enérgicos que habían pasado por cientos de batallas.

Todos estos soldados se movieron rápido. Sus ojos se veían tan diferentes de aquellos que solían saludar a los invitados en la casa.

Eran como águilas que habían estado muriendo de hambre durante tanto tiempo, y ahora finalmente estaban allí buscando sus presas.

Había una sensación de fiebre en sus caras.

Había una mirada sedienta de sangre en sus ojos.

Porque ... Estaban a punto de ir a la guerra.

La bandera del Príncipe Hua-Yang volaría alrededor de la batalla.

La sangre de estos hombres sería derramada en el campo de batalla, el lugar más perfecto para que mueran.

Sus vidas serían como las hermosas flores nocturnas. Aunque solo florecieron en un instante, este flash fue suficiente para que no se arrepientan.

Los clarines tenían una melodía sombría de repente.

Solo deberían usar este tipo de clarions en la batalla. En este momento, en realidad siguieron soplando clarines respondiendo el uno al otro.

Después del primer clarín, sonó otro no muy lejos. Las clarificaciones siguieron y siguieron con el mismo ritmo ...

Después de un rato, sonaron muchos clarines de todas las direcciones que se extendían fuera de la ciudad.

La calle frente al palacio proclamaba el toque de queda.

Todas las calles y caminos alrededor del palacio habían sido limpiados hace mucho tiempo.

Los diez mil soldados estaban de pie a lo largo de los dos lados del camino con sus armas en la mano.

En frente del palacio, había una multitud de soldados. Dentro del palacio había muchos generales. Alrededor del palacio, había tantos soldados.

De hecho, había alrededor de 20 mil soldados en todo el palacio en este momento.

Excepto por el sonido de pasos y algunos sonidos jadeantes, en realidad no había otros sonidos.

Ni siquiera un suspiro o una tos.

Todo estaba tan silencioso, retratando una quietud mortal. Eso fue raramente visto.

Fuera de la ciudad, el ejército también estaba en silencio. En los grandes campamentos, todos los soldados estaban sentados silenciosamente.

Tenían sus armas en sus manos y solo se sentaron allí.

Cada veinte hombres se sentaron alrededor de una mesa.

El licor y la comida olían tan bien.

Tanto los generales como los soldados no se movieron en absoluto.

Parecía que había cientos de miles de estatuas allí silenciosamente.

Las clarificaciones siguieron y siguieron.

Algunos de los soldados se veían tan jóvenes. Debe ser su primera vez para luchar en una batalla.

Al principio, había algo de miedo y algo de emoción en sus ojos. Sin embargo, cuando todo el mundo a su alrededor estaba cubierto con este silencio ...

En sus ojos, el miedo y la emoción se habían ido. Todos y cada uno de ellos sintieron serenidad y fervor al mismo tiempo. Su sangre ardía bajo el silencio.

No tenía nada que ver con el romance de hoy.

No tenía nada que ver con las mujeres de hoy.

Solo se preocupa por los hombres. Hombres del ejército del Reino de Chen.

Esofue una celebración de los hombres del ejército.

Incontables soldados completamente armados venían de todas partes de la ciudad.

Todas las luces en cada calle se iluminaron al mismo tiempo.

Había 16 hombres que salían por la puerta del Palacio de Hua-Yang. Se pararon a ambos lados de la puerta como las alas de un ganso salvaje. Caminaban al mismo ritmo. Estos 16 hombres se veían exactamente iguales.

Ellos fueron los hombres que saludaron a los invitados.

Sin embargo, no eran solo guardias ordinarios. Eran los generales sobresalientes de las ocho tropas experimentadas en el ejército del Príncipe Hua-Yang.

Desde el norte, los pasos ordenados resonaron. Los hombres aún no se veían, pero el sonido de sus pasos había llenado todo el lugar con su vigor.

[La gente del norte viene.]

Los generales no pudieron evitar empujar sus pechos hacia adelante.

Todos miraban en la misma dirección.

Al momento siguiente, una bandera apareció repentinamente desde la esquina de la calle. Una tropa vigorosa marchó con pasos ordenados.

El hombre frente a la tropa tenía casi 3 metros de alto, él era el que levantaba la bandera. Cada uno de sus pasos fue vigoroso.

"Somos los dos dragones, dos tigres y un león que fueron designados por el gran general del norte, Ye Nan-Tian, ​​para proteger la capital. Representamos al gran general Ye y a los 560 mil hermanos del ejército del norte para felicitar al príncipe Hua-Yang. Esperamos que cuando la espada real del príncipe Hua-Yang se balancee, los enemigos en el sur caigan. ¡Te deseamos todo el éxito y esperamos que gloriosamente regreses a salvo de la batalla! ''

La fuerte voz del hombre era como acero chocando unos contra otros. Fue constante y firme. El discurso de felicitación fue como un grito de batalla lleno de vigor.

Siguiendo sus palabras, los cuatro hombres detrás de él gritaron al mismo tiempo.

Sin embargo, los cincuenta hombres detrás de estos cinco generales permanecieron en silencio. Sus ojos eran agudos con un aura solemne.

- ¡Barbilla! -

Al momento siguiente, los cincuenta soldados sacaron sus espadas al mismo tiempo, haciendo el sonido de metales.

Los dos dragones, dos tigres y un león formaban parte de los diez generales del ejército de Ye Nan-Tian.

Ye Nan-Tian tenía diez generales. Se turnaban para ir a la batalla cada medio año. Esta vez, fueron estos cinco los que se quedaron en la ciudad, y la próxima vez serían los otros cinco. Fue una especie de tradición.

Por el momento, los cinco generales que se quedaron en la ciudad felicitaron al príncipe Hua-Yang.

No había mucha gente en su tropa, pero cuando se juntaban, eran como un ejército que podía aniquilar a miles de enemigos.

Traducido por: Lluvia

Editado por: Arch

De XianXiaWorld



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