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Black Bellied Prince’s Stunning Abandoned Consort - Chapter 39

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Capítulo 39: Batalla

Tras el grito de Su Qiqi, Mo Wenchen cerró repentinamente el puño y agarró con fuerza la caja de brocados en su mano. Su cuerpo parpadeó y esquivó los dos dardos volando por el aire hacia él. Con otro movimiento de su bata, una espada ya estaba en su mano.

Fieramente apuñaló hacia el Lei Yufeng que todavía estaba en el suelo.

Originalmente lleno de lesiones, Lei Yufeng evadió de repente y con un salto se levantó. Una docena de dardos dispararon desde su mano directamente hacia Mo Wenchen y Su Qiqi.

Burlarse del ridículo y la intención asesina pasaron por sus ojos.

Esa intención asesina se dirigió directamente a Su Qiqi.

Sin poder retroceder a tiempo, Su Qiqi solo podía pararse en su lugar y permitir que los dardos perforaran hacia ella. Ella no conocía ninguna artes marciales y simplemente no podía esquivar esos dardos. Con un ataque tan concentrado, ella solo podía esperar a la muerte.

Pero no había el menor miedo en su rostro, sino que había un rastro de aceptación.

Por supuesto, ella tampoco estaba dispuesta a morir así porque todavía no se había vengado de su madre.

Siguiendo los movimientos de los dardos estaba la espada en las manos de Mo Wenchen. Como una serpiente espiritual, se deslizó y golpeó los dardos. Al mismo tiempo, tiró de Su Qiqi en sus brazos, esquivando el espacio. Su túnica de repente se onduló de nuevo cuando golpeó la segunda ola de dardos.

En este lado, mientras la espada y los dardos intercambiaban golpes, las tropas de ambas partes también habían aparecido de repente.

Las Tropas de Sangre de Mo Wenchen se alinearon en una formación cuadrada, ordenada y uniforme.

Su intención asesina sacudiendo los cielos.

Las tropas de sangre actuales ya no decepcionarán sus nombres.

Ese tipo de frío instinto asesino y maldad corrieron directamente hacia los cielos.

El mes pasado de entrenamiento sangriento e inhumano fue efectivo.

Al menos, en cada una de sus caras había un aura abrumadora e imponente e irreprimible sed de sangre.

En contraste, aunque el oponente tenía varias decenas de miles de tropas, su aura era caótica, obviamente tenían miedo.

Incluso sin estas Tropas de sangre, solo con tener a Mo Wenchen, la única persona allí parada, causaría que las mil tropas y los diez mil caballos perdieran su magnificencia. La existencia de Mo Wenchen fue simplemente una leyenda. ¡Era un Dios de batalla invencible e invencible, y también el Dios de la Muerte!

Después de dos rondas de confrontación, ambas partes detuvieron sus movimientos.

Mo Wenchen abrazó con fuerza a Su Qiqi sin soltarla. Su larga espada estaba colocada horizontalmente frente a su pecho mientras miraba desdeñosamente a las tropas del oponente.

"Parece que el Hermano Mayor Imperial ha actuado con bastante generosidad, ah." La esquina de su boca se alzó en el rastro de una sonrisa sedienta de sangre que traía rastros de crueldad y frialdad.

La mano que sujetaba el mango de la espada también se tensó ligeramente mientras bajaba la cabeza para mirar a Su Qiqi: "Hoy, ambos, como marido y mujer, saldremos de aquí juntos".

Esta frase causó que todo el cuerpo de Su Qiqi temblara en estado de shock. Finalmente, él ha reconocido su estado. Las dos palabras "marido y mujer" reverberaron en su mente durante mucho tiempo.

Ella abrazó la cintura de Mo Wenchen a cambio, suspirando un poco. Ella se preguntó, ¿era tarde? Quizás no tarde.

En ese momento, en ese momento, ya entendía por qué Mo Wenchen no la salvó ese día.

Ella siempre había sido aguda.

"En". Suavemente respondiendo, la cara de Su Qiqi también estaba llena de resolución. Ella creía sin lugar a dudas que Mo Wenchen podría sacarla de este lugar.

"Wang, con el debido respeto, solo entrega el objeto para no morir una muerte demasiado fea". La persona que había estado pretendiendo ser Lei Yufeng también se quedó allí, detrás de él estaba el enorme ejército. A pesar de que todo su cuerpo se veía en lamentable forma, no podía cubrir la intención asesina y el aura imponente que venía de su cuerpo.

Parece que esta persona tampoco era alguien común.

En realidad, Mo Wenchen estaba un poco interesado. Había sido un largotiempo desde que se encontró con un adversario bien emparejado.

Especialmente en el campo de batalla.

La persona que estaba frente a él tenía un aire imponente y sofisticado, como el de un modelo general.

"Muchas gracias por la advertencia, a Ben Wang (a este) nunca le ha gustado que otros lo amenace". A Mo Wenchen no pareció importarle, con los labios enganchados y sonrió.

La expresión de Leng Yan no cambió. Pensando en aquel entonces, el general había utilizado una fuerza de mil soldados para repeler al ejército enemigo de cien mil soldados, ganándose su título de dios de batalla. Ahora, podían pedir prestada a estas personas para pulir su título, así que resonaba un poco más fuerte.

La falsa Lei Yufeng tampoco se sorprendió. Naturalmente, sabía que no había forma de que unas palabras intimidaran a Mo Wenchen.

Mientras sonreía levemente y asentía, levantó la mano.

Las tropas detrás de él se movieron. Sus movimientos no fueron muy rápidos. Los arqueros entraron en formación y avanzaron uniformemente, todas sus flechas apuntaban hacia Mo Wenchen y Su Qiqi.

Y el falso Lei Yufeng también echó un vistazo hacia Su Qiqi, intencionalmente o no. Un poco de interés parpadeó en sus ojos mientras se arremangaba las mangas.

Justo ahora, si no fuera por el grito de Su Qiqi, esa caja ya habría estado en sus manos.

Es cierto que Mo Wenchen no tenía comparación. Sin embargo, cuando su amigo más cercano está en manos de su enemigo, tampoco sería capaz de mantenerse tan tranquilo y afilado como solía ser, sin importar lo que cometería debido a la ansiedad.

Pero esta mujer en realidad ni siquiera entró en pánico frente a la muerte y vio todo a través de una sola mirada.

Causó que la gente sintiera admiración desde el fondo de su corazón.

Aunque este tipo de mujer no es adecuada para ser alguien a su lado, era adecuada para ser alguien a su lado.

"Adelante, dispara". Mo Wenchen solo alzó los ojos para lanzar una sola mirada, y luego sonrió aún más arrogante mientras hablaba en voz alta. Él completamente no los puso en sus ojos.

Siguiendo los movimientos de los opositores, Leng Yan y las Tropas de sangre también avanzaron varios pasos. Cada persona sostenía un escudo, con una luz penetrante que se reflejaba en el metal.

Mo Wenchen sostuvo a Su Qiqi en sus brazos mientras se paraba frente a las tropas, como si quisiera actuar como un objetivo.

Con respecto a las acciones de Mo Wenchen, Su Qiqi no lo entendió pero no lo demostró. Ella se mantuvo tranquila, como si este asunto no tuviera nada que ver con ella en absoluto.

'' Swoosh, swoosh, swoosh ...... ''

El sonido de flechas cortando el aire continuó sin parar.

En el momento en que las flechas salieron de las cuerdas del arco, las Tropas de Sangre se movieron. Se levantaron como si tuvieran alas y todos saltaron al aire, sus movimientos completamente uniformes. Los escudos en sus manos bloquearon todas las flechas entrantes.

Diez personas para un grupo, al mismo tiempo que bloquearon las flechas, el grupo detrás de ellas se dio vuelta y saltó sobre el primer grupo. Luego, el primer grupo giró nuevamente y saltó. Con esta continua secuencia repetitiva, los diez grupos de diez personas ya habían terminado parados frente a los arqueros.

Las piernas se levantaron y las manos cayeron, una fila tras otra, filas de arqueros colapsaron en un mar de sangre.

Al mismo tiempo, Mo Wenchen también se mudó. Nadie fue capaz de ver cuando se movió al frente de la falsa Lei Yufeng, pero su espada, flexible como una cuerda pero fuerte como el acero, corrió oblicuamente hacia el falso cuello de Lei Yufeng.

El falso Lei Yufeng también había hecho campaña en el campo de batalla durante muchos años, pero nunca había visto una táctica de batalla tan extraña como la de las Tropas de Sangre, así que se distrajo por un momento. En el siguiente segundo, arrojó violentamente su cuerpo hacia un lado y rodó sobre el suelo.

Estrechamente evadiendo el ataque de Mo Wenchen.

Si ese ataque hubiera aterrizado, su vida habría sido perdida aquí.

Cayendo sobre el suelo, su pie pisoteó el suelo y de repente se levantó de un salto. Con un ligero movimiento de su manga, incontables dardos volaron por el aire. Era extremadamente hermosa, como la imagen de una mujer celestial esparciendo flores, pero también llena de amenaza fatal.

Su Qiqi alzó los ojos para mirar el cielo lleno de dardos que parecían casiComo la lluvia, el resplandor en sus ojos desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Se abrazó con fuerza a la cintura de Mo Wenchen, pero no tenía miedo en absoluto.

Ella ni siquiera temía a la muerte, a qué más había que temer.

La danza de la espada ahora formaba un halo. Mo Wenchen no estaba ansioso y apaciblemente abatido en los dardos entrantes mientras avanzaba. Con respecto a la batalla continua de la otra parte, no sentía la necesidad de preocuparse en absoluto.

Mientras Leng Yan estuviera allí, era suficiente.

Mientras arrojaba los dardos de sus mangas, lentamente retrocedió hacia atrás. El falso Lei Yufeng finalmente perdió su calma inicial frente al avance de Mo Wenchen. Esta persona realmente era como dicen los rumores, ¡él no era humano!

Desde que comenzó su carrera, nadie había esquivado este ataque concentrado de dardos con vida, y mucho menos mencionar que la persona que tenía delante de él incluso quería ir a la ofensiva.

El sudor frío ya se filtraba por su frente. Solo ahora la falsa Lei Yufeng sabía que el costo de querer obtener el poder militar era tan devastador.

Temeroso de que esta vez tenga que regalar una novia y perder su ejército en la parte superior (sufrir una doble pérdida).

Ya estaba demasiado ocupado como para preocuparse por la batalla que se desarrollaba a un lado mientras blandía su prenda como si su vida dependiera de ello.

La gente lo llamaba el Buda de las Mil Manos, pero ahora mismo estaba a punto de convertirse en Buda.

"¿Dónde está el Castle Master del Lei Clan Residence?" Separados por cien mil dardos, la voz de Mo Wenchen fríamente preguntó.

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Créditos: Traducido por Chiyomira, Editado por Ocelot



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