Capítulo 964 - Los espíritus ancestrales de la raza semimahumana
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
Tal vez debido a las vibraciones bajo tierra o porque el aire en la caverna se movía demasiado rápido, la densa red de raíces en las paredes y el techo de la cueva temblaba continuamente. Cada temblor causaría que una roca caiga desde el techo, rompiendo la superficie aparentemente sólida del pantano. Una llama se dispararía y caería sobre las paredes de la cueva, donde sería rápidamente consumida por las raíces.
Este fue un proceso extremadamente simple y completo, pero también fue algo aterrador. Desde cierta perspectiva, el Árbol Celestial estaba atrapando a su presa.
El joven en el sombrero de bambú estaba parado en un lugar no muy lejos y no cerca del pantano. Se mantuvo muy cauteloso, sin moverse en lo más mínimo.
Después de digerir el impacto de las raíces del árbol celestial, centró su atención en un área aún más profunda. Notó que las frutas de cinabrio del tamaño de puños colgaban de las raíces. Al igual que las raíces del Árbol Celestial, estas frutas no temen al intenso calor que trae el magma, por lo que probablemente sean objetos muy valiosos.
Luego escuchó un silbido desde las profundidades del pantano, que fue seguido inmediatamente por un sonido similar de las paredes y el techo de la caverna. Era como un eco, o tal vez un sonido especial hecho por un objeto especial en un entorno especial.
Toda esta caverna subterránea estaba ardiendo, ya fuera las raíces del Árbol Celestial, las frutas de cinabrio colgando de ellos, o las paredes de piedra negra. Aunque no había llamas, era fácil imaginar que cualquier tipo de papel u hoja que cayera dentro se quemaría casi instantáneamente.
Y esto ni siquiera mencionaba la fuente del calor: el pantano de magma.
Basado en el principio de que "Yang no puede existir solo", este ambiente de calor abrasador no debería haber persistido por mucho tiempo y debería haberse derrumbado por sí solo poco después de la formación.
Pero el incendio forestal de los árboles celestes se transmitió a través de la raza semimuermana durante incontables años.
Su mirada se posó en las paredes negras, percibiendo gradualmente más adentro de sus profundidades. Aunque no podía verlo personalmente, podía sentir la existencia de un determinado objeto.
Los objetos eran muy pequeños en volumen, pero se extendieron muy finamente alrededor de toda la caverna. Estos fragmentos también eran extremadamente bajos en temperatura, emanando un frío casi inimaginable.
El silbido que había escuchado antes era el sonido producido cuando estos fragmentos extremadamente fríos chocaban contra el calor abrasador del pantano de magma.
¿Qué tipo de objeto sería tan frío como para resistir el incendio forestal del árbol celestial?
Rápidamente llegó a la respuesta.
Esos fragmentos probablemente fueron cristales formados a partir de la Aliento del Dragón de Deep Freeze de la tribu Black Dragon Frost.
Se decía que, hace incontables años, los Dragones de Escarcha Negra habían desempeñado un papel extremadamente importante en el establecimiento del país semihumano. Incluso ahora, toda la raza Demi-humana aún adoraba a los Black Frost Dragons como dioses. Esta fue presumiblemente la razón.
Si la tribu Black Frost Dragon no hubiera ofrecido tan generosamente, ni siquiera altruistamente, tantos cristales de Deep Freeze Dragon Breath, incluso si los semi-humanos obtuvieron nueve semillas de Celestial Tree de su ofrenda al cielo estrellado, les hubiera resultado imposible para sellar el incendio forestal furioso en la tierra. Por lo tanto, el mundo salvaje de la era antigua nunca se habría convertido en la hermosa tierra de los semihumanos en el presente.
Después de un tiempo, el joven finalmente concluyó sus observaciones y dio un paso hacia el pantano.
Con solo este simple paso, el suelo comenzó a temblar y las paredes negras circundantes comenzaron a retorcerse y deformarse, destellando con innumerables extraños rayos de luz. El techo de la cueva era aún más caótico, las raíces del Árbol Celestial aparentemente cobrando vida, retorciéndose y enderezándose como serpientes en los lugares más extraños.
Los fenómenos en esta cueva no eran, naturalmente, debido a su paso, sino porque una existencia poderosa había percibido su llegada.
Cuando la tierra tembló, más y más piedras pequeñas cayeron del techo de la cueva para finalmente caer en el pantano ardiente.
Muchos agujeros fueron perforados instantáneamente en el petróleo congelado del pantano, y varias decen Read more ...