Capítulo 932 - Una carta de Shang Xingzhou
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
Tang Treinta y seis se sobresaltó un poco al ver al Príncipe de Louyang postrado. Incluso si Chen Changsheng fuera el Papa y el príncipe fuera más cobarde, ¿qué necesidad había de ese respeto?
Chen Changsheng se distrajo un tanto mientras miraba los torpes movimientos del Príncipe de Louyang y su cuerpo incómodo. Lo que sea que estaba pensando, lo hizo de modo que no hizo que el príncipe se levantara de inmediato.
Tang Treinta y seis una vez más sintió que algo andaba mal. Era obvio que Chen Changsheng tenía un problema con la actitud o mentalidad de este príncipe.
Entre los príncipes del clan Chen, el Príncipe de Louyang era el más discreto y obediente. No importa cuán feroz sea el conflicto entre la Corte Imperial y la Ortodoxia, siempre ha mantenido una actitud respetuosa hacia el Palacio de Li, sus acciones son la prueba de este hecho. Lógicamente hablando, la personalidad y el comportamiento de Chen Changsheng no lo harían tratar a este príncipe con tanta frialdad, sin importar lo poco que conocía a este príncipe.
No escuchar la voz de Chen Changsheng hizo que el Príncipe de Louyang se pusiera extremadamente nervioso. Mientras sudaba profusamente, dirigió una mirada lastimera a Tang Treinta y Seis.
Tang Treinta y seis golpeó ligeramente a Chen Changsheng en la espalda, y Chen Changsheng finalmente recuperó el sentido y rápidamente hizo que el Príncipe de Louyang se levantara.
El Príncipe de Louyang dio un profundo suspiro y sacó rápidamente una delgada carta de su pecho. Como si estuviera ofreciendo un tesoro de su clan, colocó cuidadosamente la carta frente a Chen Changsheng.
Hu Thirty-Two vio el sello en la carta y confirmó que no era de la misma persona que escribió la carta de esta mañana y las del pasado. Entonces, ¿quién acaba de escribir esta carta?
Las decoraciones de papel pegadas en las ventanas eran numerosas y variadas, casi reales. La luz que los atravesaba en la habitación se debilitó mucho, volviéndose más bien sombría.
Chen Changsheng miró el sello de la carta, haciendo una pausa por un momento antes de abrir suavemente el sobre.
Habían pasado muchos años desde que había visto esta letra, pero todavía era tan familiar, al igual que el escritor.
Las pinceladas fueron suaves y fluidas, como la corriente fuera de la aldea. Las palabras eran elegantes y encantadoras, pero ocultaban un vigor poderoso, como una montaña solitaria entre las brumas.
Chen Changsheng leyó la primera línea de palabras, su tez se hizo un poco oscura.
Como era de esperar, las noticias transmitidas a él por la carta de esta mañana eran ciertas.
Su frente se arrugó y permaneció así.
Tang Treinta y Seis y Hu Treinta y Dos lo miraron, usando sus miradas para preguntar qué estaba pasando.
"Esta es una carta que el Maestro me escribió".
Chen Changsheng explicó.
Esta respuesta sorprendió a la pareja al quedarse sin palabras mientras el Príncipe de Louyang constantemente borraba el sudor frío de su rostro. La habitación estaba en silencio, la totalidad de la propiedad del Príncipe de Luling estaba envuelta en silencio.
La Corte Imperial y el Palacio Li, Shang Xingzhou y Chen Changsheng, habían estado en desacuerdo por varios años, la situación entre ellos era extremadamente tensa.
De repente, Shang Xingzhou le había escrito una carta a su alumno. ¿Que queria el?
Naturalmente, no era porque había bebido dos ollas de vino anoche y de repente quería ver la Luna de los demonios, por lo que decidió convertir su hostilidad hacia su estudiante en amistad.
Solo podría ser porque algo extremadamente importante estaba sucediendo en el continente.
Este evento fue aún más importante que el conflicto entre la Ortodoxia y la Corte Imperial.
Era tan importante que incluso alguien tan claro y poderoso como Shang Xingzhou había dejado de lado sus problemas con Chen Changsheng y había buscado su ayuda.
La carta de Shang Xingzhou fue simple y conciso. Chen Changsheng terminó de leerlo rápidamente y agradeció al Príncipe de Louyang por sus problemas.
El Príncipe de Louyang estaba eufórico, pero no sabía qué hacer a continuación, por lo que se quedó en blanco donde estaba.
Tang Treinta y seis le guiñó un ojo.
El Príncipe de Louyang rápidamente respondió, haciendo una reverencia mientras se retiraba de la habitación.
Después de que se fue, Tang Treinta y Seis preguntó de inmediato, "¿Qué pasó?"
Chen Changsheng respondió: "White Empe Read more ...