Capítulo 925 - Preguntando a un hombre ciego el camino, la música de una espada en el corazón
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
La cumbre fue absolutamente silenciosa. Zhexiu, Tang Treinta y Seis, y los discípulos de la Secta de la espada del Monte Li observaron silenciosamente a Qiushan Jun y Chen Changsheng.
Los miembros más famosos de esta joven generación de cultivadores fueron naturalmente Qiushan Jun y Xu Yourong. Solo más tarde, el nombre de Chen Changsheng se unió a sus filas.
La relación entre los tres era extremadamente compleja, una historia que podría narrarse durante mucho tiempo.
Pero para el mejor conocimiento de todos, Chen Changsheng y Qiushan Jun nunca se habían conocido.
Todo el continente tenía mucha curiosidad por ver qué pasaría en su primera reunión.
Hoy, finalmente se habían conocido, ¿y ahora qué?
Qiushan Jun se inclinó con calma y dijo: "Un viaje difícil".
Chen Changsheng devolvió tranquilamente la reverencia y respondió: "Mucho tiempo sin verte".
En la ciudad de Wenshui, Qiushan Jun había pasado junto a él, pero no se habían conocido realmente.
Siendo este el caso, esta fue su primera reunión desde su despedida en la sede del Ejército Mount Song.
Los discípulos de la Secta de la espada del Monte Li parecieron bastante perplejos ante la respuesta de Chen Changsheng. ¿El Hermano Mayor y Su Santidad el Papa se encontraron antes?
Zhexiu y Tang Treinta y seis se miraron sorprendidos.
Ye Xiaolian no tuvo en cuenta estos asuntos. Su mirada enamorada cambiaba constantemente entre Qiushan Jun y Chen Changsheng, como pensaba para sí misma, cuando regrese al templo, ¿cómo debería presumir ante mis hermanas menores?
Solo Gou Hanshi y los discípulos que habían regresado con Qiushan Jun ayer sabían que estos dos habían interactuado en Sloping Cliff Horse Farm.
Estas personas ahora tenían expresiones bastante extrañas mientras observaban este espectáculo y recordaban este asunto. Bai Cai estaba encontrando todo un desafío para reprimir su risa.
Su curiosidad despertó, Tang Treinta y Seis se acercó y preguntó qué estaba pasando.
Al enterarse de la respuesta, se encontró bastante sin palabras. Mirando a Qiushan Jun y Chen Changsheng, suspiró, "¿Están ustedes dos ciegos?"
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Qiushan Jun dijo: "¿Eres Tang Tang?"
"¿Me reconoces?" Tang Treinta y seis preguntó, sorprendido en su rostro.
Pensó para sí mismo, una persona como Qiushan Jun realmente me reconoce. Estaba bastante orgulloso, aunque fue este orgullo el que rápidamente se convirtió en la fuente de su enojo.
"Oí que tenías un hedor insoportable cuando salías de la sala ancestral. Me parece que cuando te bañaste en la calle, te olvidaste de lavarte la boca".
Qiushan Jun negó con la cabeza, y luego indicó que Chen Changsheng debía seguirlo a la cueva.
Tang Treinta y seis estaba indignado por este comentario. No le importaba que esta persona fuera Qiushan Jun o que este lugar era la Secta de la espada del Monte Li. Se arremangó, con la intención de participar en una partida de maldición.
Gou Hanshi rápidamente lo detuvo y le suplicó: "El estado de ánimo de Brother Senior no es bueno hoy, así que sé un poco comprensivo".
Esto fue verdad Aunque Qiushan Jun no era un noble gentil como Gou Hanshi, tenía una actitud bastante generosa y rara vez hablaba palabras tan mordaces y burlonas.
Tang Treinta y Seis miró la puerta estrechamente cerrada de la cueva y se rió. "Entonces resulta que incluso Qiushan Jun puede enojarse por la vergüenza".
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Como dos de los individuos más sobresalientes de la generación más joven de cultivadores, les resultaba difícil no sentirse avergonzados por actos tan estúpidos.
Y este incidente tan vergonzoso se había expuesto frente a la multitud, después de lo cual se los calificó groseramente como ciegos. Esta fue, naturalmente, una situación más incómoda.
Además, por muchas otras razones, la relación entre Chen Changsheng y Qiushan Jun ya era muy incómoda.
Como resultado, los dos no hablaron mientras caminaban hacia las profundidades de la cueva.
"Maestro, Su Santidad el Papa ha llegado".
Después de decir esto, Qiushan Jun se sentó a un lado.
Un taoísta estaba sentado en la alfombra de oración, bajó la cabeza mientras estudiaba un libro que parecía un manual de espada, que parecía extremadamente centrado. La única parte de su cabeza que se podía ver era cabello blanco helado.