Capítulo 918 - Hablando del pasado en White Emperor City
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
En la lejana región occidental del continente había un mundo hermoso pero peligroso. Este mundo tenía innumerables montañas cubiertas de nieve en las cuatro estaciones. Tenía incontables grandes ríos e innumerables bosques primordiales, y tanto en el fondo de estas aguas como en las profundidades de estos bosques, uno encontraría un número incontable de bestias feroces. Este mundo era lo que la gente común conocía como la tierra de los semihumanos.
En lo más profundo de la tierra de los semihumanos se encontraba una metrópolis grandiosa y maravillosa. Se alzaba entre las montañas y estaba rodeado por los ochocientos li del Río Rojo. Sus paredes estaban hechas de piedra blanca brillante, y cuando se combinaba con las nubes que la rodeaban durante todo el año, presentaba una vista indescriptiblemente magnífica desde la distancia, inspirando reverencia y temor. Esta gran metrópolis no tenía el diseño imperial de la capital, ni tenía el conjunto subterráneo del Palacio Li. Cuando se defendía contra enemigos extranjeros, confiaba en sus robustas murallas y la voluntad inquebrantable y los temperamentos violentos de los semihumanos.
Esta fue la legendaria Ciudad del Emperador Blanco.
Se dijo que, hace incontables años, cuando los Monolitos del Santo Celestial descendieron al Continente Oriental y la raza humana comenzó a desarrollar inteligencia, los semidioses también se iluminaron, desarrollando su propia cultura. Sin embargo, debido a que estaban algo más lejos del Mausoleo de los Libros, su cultura avanzó a un ritmo más lento que la raza humana. Algunos demihumanos que vivían en el desierto todavía eran todavía bastante salvajes.
Antes de la fundación de su país, la raza Demi-humana no había tenido una experiencia muy agradable en el continente a causa de su naturaleza simple, sufriendo terribles discriminaciones y opresión de la raza Demon. Los Elfos casi extintos fueron la prueba física de este trágico período de la historia. Además, el papel que la raza humana jugó en este período de la historia ciertamente no fue glorioso.
Finalmente, hace más de mil años, por el simple hecho de resistir a la indescriptiblemente cruel raza demoníaca que cada vez se fortalecía más, varias generaciones de grandes líderes tanto de la raza humana como humana conquistó una gran cantidad de paciencia y sabiduría. finalmente convencer a ambas partes para que dejen de lado sus rencores y se unan. Esto finalmente resultó en la formación de una alianza durante el reinado del emperador Taizong.
Después de muchos años, el odio entre los semi-humanos y los humanos gradualmente comenzó a desvanecerse. Sin embargo, debido a ese largo período de la historia y las diferencias irreconciliables entre las dos razas, todavía se miraban con cierta hostilidad y cautela. Por ejemplo, en la guerra reciente, el ejército humano había luchado contra los demonios en la llanura nevada durante dos años enteros, pero los semihumanos no habían hecho otra cosa que mover dos tribus mil y una li al este.
Este punto ya había generado mucha discusión en la capital. Los ministros y generales de la raza humana estaban preocupados de que la raza Demi-humana podría tener otras ideas, pero el más estimado Shang Xingzhou se mantuvo en calma. Tenía una profunda confianza en su evaluación de la situación, ya que creía que tenía un profundo conocimiento de los deseos de Madam Mu.
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"En verdad, yo mismo no entiendo exactamente qué es lo que quiero.
"Las identidades en las que vivimos terminan siendo las funciones que desempeñamos, ya sea princesa, emperatriz, esposa o madre.
"Pero a medida que actuamos más y más tiempo, jugando cada vez más roles, a menudo olvidamos quiénes somos.
"Si ni siquiera puedes estar seguro de qué papel estás jugando, ¿cómo puedes determinar qué es lo que quieres? Si queremos obtener una respuesta clara y veraz, tenemos que mirar hacia atrás, de dónde venimos, invertir hora de comenzar todo. Tenemos que recordar lo que vimos por primera vez cuando abrimos nuestros ojos a este mundo.
"En ese momento, estaba abrazando a mi padre, de pie en la orilla. Las poderosas olas eran como un turbulento mar de tinta, y en él había un punto blanco danzante. Era muy hermoso.
"¿Que pasa contigo?"
Los ochocientos li del Río Rojo rodeaban la Ciudad del Emperador Blanco, irrigando las llanuras de ambos lados. Innumerables tribus vivían dentro de los exuberantes bosques.
En las profundidades de un acantilado extremadamente bien oculto había un pequeño Read more ...