Capítulo 856 - Un nuevo juego Mahjong
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
El viejo maestro Tang dijo: "¿De qué tiene que hablar un cachorrito como tú?"
Tang Treinta y seis sonrió y respondió: "Viejo bribón, ¿crees que este juego mahjong ha terminado?"
Por alguna razón, Chen Changsheng solo sintió un frío glacial por esta sonrisa, y luego se sintió triste en lugar de su amigo.
Lo primero que Tang Treinta y Seis dijo después de salir de la sala ancestral del clan Tang fue: "¿Qué hay de ese viejo inútil?"
Al comparar "anciano inútil" con "viejo bribón", fue naturalmente el primero el que mostró más resentimiento.
Pero su uso de este último no significaba que su resentimiento se estuviera desvaneciendo, solo que se estaba volviendo cada vez más indiferente.
La indiferencia surgió de la falta de emoción.
El Tang Old Master era demasiado sin emociones.
En la superficie, los eventos de ayer tuvieron que ser atribuidos a la sabiduría y resolución de Tang Old Master.
Al enterarse de que su segundo hijo estaba trabajando con los demonios, había puesto la justicia ante la familia y castigado a su hijo.
Pero Tang Treinta y Seis no pensó de esta manera.
En la sala ancestral, había pensado en silencio durante medio año completo, por lo que había pensado en todo hasta que estuvo claro como el cristal.
Ya había visto todo lo que era su abuelo.
Si Chen Changsheng no hubiera venido a Wenshui, su padre habría muerto y habría permanecido bajo arresto domiciliario hasta su muerte.
Ya fuera por el envenenamiento o la lucha por el poder, muchas cosas parecían ser las de Tang Second Master, pero ¿de quién era el clan Tang?
Si no fuera por el hecho de que el Viejo Maestro Tang había mantenido su silencio todo este tiempo, ¿cómo pudieron pasar estas cosas?
Y esto ni siquiera estaba considerando que el encarcelamiento de Tang Treinta y Seis en la sala ancestral había estado en la orden personal del Tang Old Master.
Si uno quería encontrar al principal conspirador de todo este asunto, solo podría ser el Tang Old Master.
Pero el viejo maestro Tang no había esperado que, por el bien de su nieto, la ortodoxia mostrara una postura tan inflexible, dispuesta a recurrir a la destrucción indiscriminada. El Chen Changsheng que apareció en la ciudad de Wenshui no era en absoluto como un Papa maduro y compuesto que priorizara la ortodoxia y la gente común. Era más como un salvaje imprudente cuya pasión se le había subido a la cabeza.
El Tang Old Master tampoco había esperado que el South Stream Temple y la Mount Li Sword Sect tuvieran puntos de vista tan resueltos, incluso estos últimos hicieron que el clan Qiushan se retirara. Estaba aún más sorprendido de que estos jóvenes hubieran empujado las fichas, permitiendo que mucha gente viese la verdad detrás de este juego de mahjong.
......
......
Las fichas de jade mahjong se mezclaron incesantemente, su constante choque creaba un sonido muy agradable, y luego gradualmente comenzaron a ser arregladas.
Tang Treinta y seis era bastante hábil para mezclar azulejos, sin olvidar hacer una pequeña charla con Chen Changsheng. "Desde que era pequeño, he querido jugar mahjong en esta sala, pero este viejo bribón siempre decía que yo todavía era joven y nunca me dio la oportunidad. En verdad, en términos de jugar mahjong, no es rival para yo."
Después de enterarse de que Xu Yourong una vez había jugado mahjong con el Tang Old Master, Chen Changsheng había tenido curiosidad sobre por qué Tang Treinta y Seis nunca la había conocido. Solo después de escuchar esto aprendió la historia detrás de esto. En aquel entonces, Tang Treinta y Seis acababa de ser un niño en los ojos de Tang Old Master, por lo que era natural que no tuviera derecho a entrar en esta habitación.
"¿De verdad crees que tienes derecho a jugar un juego de mahjong contra mí?"
El Tang Old Master no se había movido. Su mano derecha acarició un bastón mientras miraba con calma a Tang Treinta y Seis.
Tang Treinta y seis no tenía intención de mostrar respeto por los ancianos. Él solo había colocado sus fichas, sin prestar atención a las fichas restantes esparcidas sobre la mesa.
Él dijo: "El juego que jugué contra el Segundo Tío no fue malo, ¿verdad?"
El viejo maestro Tang respondió: "Eso fue porque te di excelentes fichas".
Tang Treinta y Seis replicó, "Pero el último azulejo era mío".
Ambas declaraciones fueron correctas.
El Salón de la Tortura y el Ministro Wei, el Hombre de la Humanidad, y las fortale Read more ...