Capítulo 844 - Cámara de tortura
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
En la esquina suroeste de la ciudad de Wenshui había doce graneros enormes. Se dijo que almacenaron suficiente grano para alimentar a seis condados del Gran Zhou durante un año. Si la ciudad de Wenshui estaba sitiada, este grano era suficiente para sustentar a los soldados y ciudadanos durante varios siglos, por lo que uno podría imaginar cuánto grano se almacenaba en estos graneros.
Una de las cosas más importantes a las que los graneros tenían que prestar atención era la prevención del fuego, por lo que estos graneros estaban ubicados cerca del Wenshui.
Aunque era pleno invierno, todavía se sentía como si pudieran oír el sonido del agua que fluye mientras está de pie en el granero.
En realidad, esto no era el flujo de agua, sino el flujo de sangre.
En el granero más interior, no se podía encontrar ni un solo grano. Este gran granero, e incluso imponente, estaba prácticamente vacío, con solo varias docenas de personas dentro.
Siete de ellos estaban completamente desnudos, colgando de las cadenas utilizadas para transportar el grano. La sangre goteaba constantemente de sus cuerpos y se estrelló contra el suelo.
Ya habían sido sometidos a todo tipo de torturas y ahora se encontraban en los estados más miserables. Incluso el cerdo sacrificado a principios de año fue más afortunado que ellos.
Los torturadores eran todos muy jóvenes, algunos de ellos aún en la adolescencia. Todos tenían expresiones concentradas, la vista frente a sus ojos incapaz de arrancar la más pequeña porción de su atención. No había simpatía ni lástima en sus caras, solo la ocasional timidez.
Estos jóvenes eran miembros del Salón de Torturas del clan Tang, y todos compartían el mismo maestro: el anciano demacrado sentado en la silla.
Era precisamente ese anciano que había aparecido en la vieja finca no hace mucho tiempo.
Los siete prisioneros fueron derribados. No había ni una sola pieza de carne en sus cuerpos, y habían perdido mucha sangre, pero todavía estaban vivos.
El problema era que ahora deseaban que nunca hubieran nacido.
"Dibuja una firma, y luego te enviaré a todos ustedes en su camino".
El delgado anciano finalmente habló, su voz tan suave como su expresión, sonando particularmente ordinaria y común.
Pero para los siete prisioneros empapados de sangre en el suelo, la voz del anciano era como el aullido de un demonio del abismo, pero también el florecimiento de una flor en el Reino divino sobre el mar de estrellas.
Aunque ya en su último aliento, comenzaron a gatear por todo lo que valían, temiendo que se quedarían atrás. Arrastrando rastros de sangre por el suelo del granero, se arrastraron hasta el anciano, usaron su vista borrosa para encontrar el pincel y el papel, y luego hicieron sus firmas lo más rápido posible. Finalmente, lloraron incesantemente, "Abuelo Wei, solo rápidamente mátame ..."
......
......
Una columna de humo negro surgió de la finca, seguida por una llama parpadeante y luego maldiciendo.
El más querido Tong Cottage de Tang Second Master había sido quemado por Fatty yerno en la tierra quemada.
La finca estaba en las orillas del Wenshui, ubicado justo detrás de los sauces, pero el Tong Cottage estaba ubicado en una parte bastante profunda de la finca, por lo que este fuego no afectaría la vida en las aguas del río.
Los copos de nieve cayeron sobre el agua, desapareciendo al instante. El pez nadó lentamente sobre la hierba de agua en el fondo del río.
Esta era la parte sur de la ciudad, donde la rama principal del clan Tang y la segunda rama estaban separadas solo por un río. Era una zona muy elevada y costosa.
Este lugar estaba muy lejos de la iglesia taoísta y la calle larga. No había posada aquí, ni restaurante.
Entonces, naturalmente, no había peatones, ni espectadores.
Incluso los subordinados y los sirvientes de la rama principal ya habían sido atrapados y traídos nuevamente por órdenes de la señora Tang.
Pero en el siguiente momento, la orilla desolada de los Wenshui de repente se volvió mucho más animada.
Aparecieron siete vendedores ambulantes, seis trabajadores del gobierno, tres adivinos, dos ancianos vendedores de semillas de sésamo y una chica que compraba cosméticos.
Todos sabían que estas no eran personas comunes.
Los trabajadores del gobierno podrían estar supervisando a los vendedores ambulantes, los adivinos podrían conversar algunas palabras con los ancianos vendiendo caramelos de semillas de sésamo, pero los vendedores Read more ...