Capítulo 737 - El dolor de aquellos que persiguen al sol
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
La voz pertenecía a Shang Xingzhou.
"No dejes que la capital vea, no dejes que el mundo vea, no lo dejes ver" ... pero ¿y si lo vieran?
Todos sabían que la consecuencia implícita estaba indudablemente relacionada con la muerte.
Chen Changsheng no dijo nada, solo miró la nieve que caía en la noche, sus ojos brillantes y tranquilos.
También tenía algunas palabras en su corazón, y sin duda estaban relacionadas con su regreso.
......
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La nieve de esta noche no se intensificó, ni disminuyó su poder. El incontable número de caballería que rodeaba a la Academia Ortodoxa todavía se enfrentaba cautelosamente uno contra el otro.
Shang Xingzhou regresó al Palacio Imperial. Esos taoístas vestidos de azul se inclinaron reverentemente hacia él y luego se despidieron.
Se paró en la nieve, mirando la silueta del joven emperador arrojado sobre la ventana por la luz, sintiendo una sensación de gratificación.
Todo valió la pena.
Hubo un crujido en el suelo, el sonido de los zapatos crujiendo contra la suave y flexible nieve. El sacerdote Xin se le acercó y le susurró algunas palabras en voz baja, su apariencia muy humilde.
Aunque Mei Lisha había regresado al mar de estrellas, la Oficina de Educación Eclesiástica aún no tenía un nuevo maestro.
Esta sala tenía un estatus muy especial en la ortodoxia y ocultaba una enorme cantidad de poder, por lo que no era conveniente que Mao Qiuyu lo dirigiera. Solo lo había liderado como un líder temporal durante unos meses.
Mucha gente creía que Priest Xin, en quien Mei Lisha confiaba profundamente y que también estaba muy cerca de la Academia Ortodoxa, era el mejor candidato para hacerse cargo del Buró de Educación Eclesiástica, pero carecía de sus calificaciones y antigüedad.
Nadie sabía que Priest Xin en realidad tenía otra identidad como agente secreto para el Departamento de Oficiales Purgadores.
Y nadie sabía que, hace unos días, cuando Zhou Tong había sido perseguido y asesinado, el que había arrancado la formación de la prisión clandestina de Zhou y había obligado a Zhou Tong a salir también había sido él.
La razón fue muy simple. El sacerdote Xin, que ahora tenía un futuro brillante, ciertamente no estaría dispuesto a seguir sirviendo como el perro de Zhou Tong, por lo que esperaba que Zhou Tong muriera.
Por supuesto, si todavía no había obtenido algunas promesas o garantías, su coraje probablemente habría llegado un poco más tarde.
"No habrá problemas en la capital por el momento y el Li Palace estará sin problemas durante tres años. No hay mucho significado en su gestión de la Oficina de Educación Eclesiástica".
Shang Xingzhou continuó: "Ve hacia el sur por mí y mira cómo están haciendo Holy Maiden Peak y Mount Li. Además, dile a la Secta de la Longevidad que me envíe ese objeto".
El sacerdote Xin estaba algo sorprendido, ya que no tenía idea de lo que la Secta de Longevidad necesitaba enviar al venerable maestro del Dao que sería tan importante. Pero no dijo nada, aceptó el pedido y desapareció muy rápidamente en la nieve.
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La nieve que se había acumulado en el lago había sido arrastrada por el viento anterior, revelando la brillante capa de hielo debajo. Bajo la iluminación de la luz distante, parecía una enorme hoja de vidrio coloreado.
Había algunas manchas en este vidrio de color, las huellas que había dejado atrás cuando cruzó.
Tal vez porque estaba mirando este lago congelado en una hoja de vidrio coloreado, Chen Changsheng recordó algunas cosas que eran muy importantes para ella.
"¿Trajiste esas perlas nocturnas y tesoros contigo?"
En la caverna subterránea bajo el pozo del Puente Nuevo del Norte, el techo había sido incrustado con más de mil perlas nocturnas extremadamente preciosas, mientras que el suelo estaba lleno de oro y plata.
Eran los tesoros del Pequeño Dragón Negro, y también habían servido como la mayor fuente de apoyo mental en sus siglos de largo encarcelamiento.
Chen Changsheng era muy consciente de la importancia de estas cosas para ella, por lo que había sacado el tema a colación.
"Por supuesto que los traje conmigo".
El Dragón Negro se palmeó el estómago, exudando el aura de algún héroe que acababa de beber ochenta cuencos de alcohol fuerte.
En su forma humana, ella era muy pequeña, dos cabezas más cortas que Chen Changsheng. Parecía una niña de once o doce años, por lo que esta exhibición de ella parecía bastante e Read more ...