Capítulo 692 - Un otoño con lluvia
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
Con el paso del tiempo, el otoño se hizo más profundo y el cielo lleno de hojas caídas se agotó. El árbol antiguo dentro del Templo Tanzhe quedó solo con ramas desnudas y un tronco desnudo.
Las hojas caídas aún cubrían el sendero que entraba a las montañas, pero después de una sesión de lluvia otoñal que había comenzado la noche anterior, no quedaba rastro de belleza en ellas. Solo agitaban la irritación, como la ropa de cama que estaba completamente empapada.
Las hojas caídas empapadas tenían al menos algunos beneficios, y uno de estos era que alguien que caminara sobre ellos no haría mucho ruido. Bajo la cobertura del cielo nublado y los hilos de lluvia, varias docenas de expertos del Gran Ejército Zhou y un número aún mayor de asesinos y espías del Departamento de Oficiales Purgadores pisan las hojas secas empapadas, cruzan silenciosamente el camino de la montaña y se cuelan furtivamente en el bosque de otoño que rodea la montaña.
Los caminos que salen de las montañas desde el Templo de Tanzhe estaban completamente bajo control. Nadie podría irse.
Hubo un crujido, algo crujiente y seco. Era como si alguien estuviera caminando sobre las hojas doradas como lo estaban hace varios días, y sus pasos desmenuzan numerosas hojas secas.
Sonaba como hojas que se desmoronaban, pero era el viento otoñal que pasaba a través de la lluvia y soplaba incesantemente contra una máscara de papel.
Un hombre caminaba por el sendero de la montaña, con un papel blanco en la cara, oscureciendo su nariz y su boca. Solo en sus ojos había dos agujeros negros perforados en el papel, lo que lo hacía parecer anormalmente aterrador.
Armadura pintada Xiao Zhang.
La lluvia que caía del cielo parecía evitar su cuerpo por sí misma. El papel blanco estaba limpio y seco, sin una sola gota de agua sobre él.
En esta generación de flores silvestres en flor, innumerables genios de la cultivación habían aparecido, expertos tiránicos y dominantes. Entre ellos, era uno de los más terroríficos y más poderosos.
Como Xun Mei, había estado invicto toda su vida, con una única excepción: Wang Po. Nunca había vencido a Wang Po, ni siquiera una vez. Ya sea en Boiling Stone Summit o en Proclamation of Liberation, solo podría ser el segundo clasificado.
Pero nunca estuvo asustado o desanimado. Continuó planteando desafíos a Wang Po, continuó perdiendo todas las peleas. Incluso volverse loco y casi morir no había podido sacudir su voluntad.
Estar debajo de un solo hombre ya parecía ser un rango sobresaliente, pero no quería aceptarlo.
Hoy, en la lúgubre lluvia otoñal, caminaba naturalmente por el sendero de la montaña para poder luchar contra Wang Po nuevamente.
Nunca había imaginado que Wang Po no aceptaría, porque la reunión de tantos expertos de la Corte Imperial había rodeado al Templo Tanzhe. Si Wang Po quisiera irse, primero tendría que vencerlo.
Para derrotarlo una vez más, o ser derrotado.
El viento otoñal sopló contra el papel blanco, crujiendo como hojas secas.
La lluvia otoñal cayó sobre el sendero de la montaña, pero las hojas empapadas no hicieron ruido.
Xiao Zhang no pudo caminar hasta el templo de Tanzhe, porque una persona apareció frente a él.
Pisando en hojas empapadas realmente no haría ningún ruido. De esta manera silenciosa, esta persona había pasado a través de los varios bloqueos establecidos en el camino de la montaña, incluso ocultando su presencia de la percepción de Xiao Zhang.
¿Quién era esta persona que en realidad eran tan fuertes?
Esta persona estaba vestida de negro. Dejó que la lluvia lo empapara mientras exudaba un aura extremadamente fría y dura.
Su ropa, su rostro, las líneas en su hombro y las manos que sostenía detrás de él parecían fundidas en hierro.
De pie frente al sendero de la montaña, cortó la lluvia otoñal del suelo, el viento otoñal del papel, el templo Tanzhe del resto del mundo.
Era como una pared, y no una pared hecha de tierra o ladrillo, sino de hierro, una pared que ni siquiera el viento podía atravesar.
Xiao Zhang sabía quién era esta persona. Los agujeros negros en el papel blanco parecían volverse aún más profundos y más serenos, pero se podían ver en su interior tenues llamas de locura.
"¿Quieres detenerme?" preguntó a la pared de hierro que era el hombre antes que él.
La persona miró inexpresivamente hacia atrás, pareciendo considerar que la pregunta de Xiao Zhang era extremadamente tonta y no valía la pena responder.
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