Capítulo 657 - Tres Santos Unidos
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
La oscuridad fuera del mausoleo de los libros se hizo más clara de repente, no porque el sol estuviera a punto de levantarse, aunque realmente estaba muy cerca del amanecer, sino porque había descendido un matiz verde. Era un verde extremadamente rico, rebosante de vida, tanto que los árboles otoñales en el mausoleo de los libros parecían sentirse algo inferiores, y sus ramas se inclinaban más hacia abajo.
Era la Hoja Verde, sus hojas verdes son gordas y tiernas. Con solo echar un vistazo, uno podría decir que se había elevado extremadamente bien, sin perder nutrientes o agua dulce. Las superficies de sus hojas fueron muy suaves. De un vistazo, uno podía decir que había sido atendido con mucho cuidado. Si incluso la cantidad más pequeña de polvo cayera sobre ella, sería limpiada lo más rápido posible por el anciano más estimado con las toallas más caras.
Chen Changsheng estaba muy familiarizado con esta Hoja Verde. En el Li Palace, lo había visto demasiadas veces.
Esta Hoja Verde apareció en el cielo nocturno porque, naturalmente, había seguido al Papa.
La túnica divina del Papa se balanceaba suavemente en la brisa.
La divina corona sobre su cabeza brillaba con un brillo sagrado, deslumbrante en la oscuridad.
Una onda vino de la vaina de Chen Changsheng. Sabía que el Bastón divino había percibido la llegada de sus compañeros.
......
......
La lluvia sobre la capital había cesado, pero la lluvia sobre Luoyang se había intensificado.
En el terreno baldío empapado, solo quedaban dos pasos extremadamente débiles. Daoist Ji ya había ingresado a Luoyang. Bajo la cobertura de la lluvia torrencial, había llegado a la puerta trasera del Monasterio de la Eterna Primavera.
El Dragón Negro formado a partir de las nubes y la luz de las estrellas en el cielo nocturno ya había desaparecido. En las calles de Luoyang, un aullido a veces rompía el aire, o se veía una franja de luz negra.
De repente, esos gritos ásperos desaparecieron.
La franja de luz negra desapareció frente al Monasterio de la Eterna Primavera.
Un ruyi de jade flotaba tranquilamente bajo la lluvia torrencial.
El letrero horizontal del Monasterio de la Eterna Primavera fue repentinamente aplastado y luego lavado instantáneamente bajo la lluvia.
Con la humedad de la lluvia, la apertura de la puerta del monasterio no hizo el menor ruido, al igual que la energía de la matriz que de repente envolvió varias calles.
Varias docenas de sacerdotes taoístas estaban sentados con las piernas cruzadas bajo la lluvia torrencial, con los ojos cerrados mientras recitaban incesantemente las escrituras taoístas.
Un sinnúmero de Qis que parecían parpadear dentro y fuera de la existencia penetraron a través de la lluvia torrencial y formaron valla tras valla, impidiendo que el ruyi de jade se fuera cuando lo deseaba.
El Daoísta Ji salió de la lluvia torrencial, caminando por el sendero milenario del monasterio, que estaba cubierto de baches, y llegó a la calle.
Con calma miró al ruyi de jade.
Justo como él la estaba mirando.
......
......
Por la corriente cerca del antiguo templo de Xining Village.
Chapoteo.
El agua de la corriente que parecía haberse detenido de repente comenzó a moverse.
Esto fue porque el monje había metido su otro pie descalzo en el agua.
Las salpicaduras continuaron.
El monje caminó tranquilamente al otro lado del arroyo.
La corriente no era profunda, ni siquiera llegaba hasta las rodillas. Tampoco fue particularmente rápido, ni siquiera pudo lavar esos lotos de sangre. A pesar de estas cosas, parecía caminar con extrema dificultad como si cada paso requiriera romper un bloqueo masivo.
Tal vez fue porque estaba parada al otro lado del arroyo.
Era alta y altanera, su poder y presión golpeaban directamente en el alma.
El monje continuó tranquilamente hacia adelante.
Él tenía una fuerza mental muy similar a la de ella. Ahora, acercarse a ella por su propia voluntad lo obligaba a sufrir mayor dolor y presión, a colocarse en una desventaja aún mayor, incluso mayor peligro.
Pero él todavía continuó adelante, firme y valiente.
Finalmente, él estaba justo en frente de ella.
La emperatriz divina Tianhai lo miró con calma y le preguntó: "¿Merece la pena?"
El monje respondió: "Valió la pena, porque ahora, no puedes regresar".
......
......
Bajo innumerables miradas, la emperatriz divina Tianhai levantó su mano derecha y la empujó hacia el cielo nocturno. Read more ...