Capítulo 629 - Madre e Hijo (III)
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
"Zhou Tong es solo un perro, un lacayo".
La emperatriz divina Tianhai miró a Chen Changsheng con una expresión indiferente. '' Mientras eres mi hijo. Incluso si estás a punto de morir, incluso si tu muerte será por mis propias manos, incluso si solo puedes vivir un día más, mientras estés vivo, serás más importante que él mil veces. diez mil veces Si ni siquiera entiendes esto, ¿qué derecho tienes de ser mi hijo? ''
Chen Changsheng recordó que el príncipe Chen Liu había dicho palabras casi idénticas en el carruaje. Estas palabras no le conmovieron profundamente, solo que las sintió algo extrañas, fuera de línea con su comprensión del mundo. Como planeas matarme sin piedad a sangre fría, ¿por qué todavía te importa si tengo o no el derecho de ser tu hijo?
Él no sabía qué decir, así que una vez más se calló.
La emperatriz divina Tianhai extendió una mano para acariciar su rostro.
Este tipo de escena a menudo había ocurrido en los últimos dos años, y le había resultado muy desagradable y difícil acostumbrarse. Ahora, lo encontró algo repulsivo. ¿Quién es esa mirada de tierno cariño y mimos? ¿De dónde vino esta caricia íntima? ¿Es todo una farsa, o te estás consolando? ¿O es que quieres usar esto para calmar tu corazón Dao para que después de matar a tu propio hijo, tu mente no se vea afectada?
Chen Changsheng sintió como una serpiente venenosa lentamente se deslizaba por su rostro. Esta sensación extremadamente repugnante causó que todo su cuerpo temblara incesantemente.
Le resultó imposible seguir soportándolo y quería evitarlo, pero no podía mover su cuerpo. Quería sacar de su seno la carta que Su Li le había dejado, pero ni siquiera podía mover un dedo.
'' ¿Quieres matarme? '', La emperatriz divina Tianhai lo miró a los ojos y preguntó.
Por alguna razón, aunque había percibido las intenciones de Chen Changsheng, no estaba enojada. En cambio, el indicio de una sonrisa parecía aparecer en sus ojos de estrella.
Esta fue una sonrisa de alabanza. Parecía que ella aprobaba en gran medida el hecho de que Chen Changsheng había pensado en cometer un crimen tan monstruoso contra su propia madre.
Chen Changsheng solo quería irse, y no pensó en nada más. Mirándola a los ojos, él sabía que había entendido mal algo, pero no entendía por qué tendría este tipo de reacción después de la incomprensión.
"El ciclo del Dao celestial, los principios celestiales y las relaciones humanas adecuadas, todo es falso. Madre contra hijo, padre contra hijo, estas cosas han tenido lugar en este mundo innumerables veces. También quiero matarte, así que si quieres matarme, no sentiré que hay nada de malo en eso. Por el contrario, si puedes ignorar esas morales y virtudes falsas y aburridas, las leyes y los principios, y producir el deseo de matarme, solo entonces puedes tener realmente el derecho de ser mi hijo ".
La emperatriz divina Tianhai le dijo.
Chen Changsheng la miró y le preguntó seriamente: '' ¿Mi señora ... realmente planea matarme? ''
La emperatriz divina Tianhai respondió: '' Dije antes, todas esas cosas son falsas. Siendo este el caso, ¿por qué no debería matarte? ''
Después de una pausa, Chen Changsheng preguntó: "Entonces, ¿qué es realmente real?"
La emperatriz divina de Tianhai miró al Palacio Imperial, sin hablar durante mucho tiempo.
En este momento, ella estaba en el Jardín de las Cien Hierbas.
Ella había vivido incontables años en el Palacio Imperial y en el Jardín de las Cien Hierbas.
Hace muchos años, ella vio en el Palacio Imperial un dragón dragón ingobernable. El emperador Taizong les preguntó a todos, ¿cómo harían que este draghorhorse obedezca?
Ella había dado un paso adelante voluntariamente, y luego ... ella fue exiliada al Jardín de las Cien Hierbas.
Por el resto de su vida, no olvidaría la expresión de absoluto desprecio y aversión en los ojos del emperador Taizong.
En el Jardín de las Cien Hierbas, sufrió momentos inimaginablemente difíciles, y la gente de su clan sufrió aún peor. Justo cuando creía que iba a hundirse en el olvido, el emperador Xian, que no la había olvidado, se le acercó en secreto. Entonces, ella entendió algo. El emperador Taizong la veía con tanto desprecio y aversión ... esto significaba que había algo en su persona que sin duda lo hacía sentir incómodo. ¿Qué era eso? ¿Era fuerza, un potencial para un poder formidable, la sangre raramente vista del verdadero Fénix o un indistinto augurio enviado por el Dao celestial?
Si hablando decomprensión del Dao celestial, no había ninguna person Read more ...