Capítulo 1124 - Los Ocho Grandes Hombres de Montaña
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
La luz de las estrellas esta noche realmente fue muy brillante. Las distantes montañas ondulantes se veían como panecillos blancos al vapor.
No, esas montañas eran algo cortas, por lo que se parecían más a las tortas de harina blanca hechas por Miss Song en Xining Village.
Chen Changsheng se sintió un poco hambriento, y luego se dio cuenta de que en su prisa por dormir, ya había pasado un día y una noche desde que había comido algo.
¿Por qué era tan brillante? Fue naturalmente debido a esa estrella.
Esa estrella estaba en el proceso de oscurecimiento, pero aún era mucho más brillante de lo que solía ser.
Significaba que un cultivador había irrumpido en el Dominio divino.
Chusu había estado furioso por este hecho, y solo cuando se dio cuenta de que esta persona no era Xu Yourong o Chen Changsheng se había vuelto un poco más feliz.
¿Quién era esta persona?
Chen Changsheng y Xu Yourong no mencionaron el nombre de esa persona, pero era obvio que sabían quién era.
Mientras miraba a la estrella más brillante en el cielo nocturno, Chen Changsheng estaba un tanto confundido e inquieto.
Dada la personalidad de esa persona, no pedirían ayuda, incluso si estaban a punto de morir, y ahora que habían logrado abrirse paso, ¿a quién podrían temer?
Él había estado montando un bote en el Río Rojo ese día.
Mientras escuchaba los bajos cantos de los Jing en el agua, Luoluo usó sus pequeñas manos para alimentarlo con pequeñas frutas rojas. Realmente había sido una vida bendecida.
Y luego, White Crane vino con información.
La información provenía de la tribu Bear, proveniente de uno de sus espías y pasada a un comerciante de medicinas. El comerciante de medicinas había ido al cuartel general del Monte Mount Song y personalmente se lo entregó a Chen Chou.
Esta información era una fecha y una línea descuidadamente dibujada, sin ninguna rima o razón.
Chen Changsheng sacó un pequeño trozo de papel de su seno. Mientras miraba esa delgada línea en el papel, la colocó sobre un mapa en su mar de conciencia.
Si esa información era correcta, esa persona aparecería aquí esta noche.
Bajo la luz de las estrellas, el prado era muy tranquilo.
El Mono Tierra tomó nota del estado de ánimo de Chen Changsheng y se quedó quieto frente a él, sin hacer ni un ruido.
Los monstruos se habían retirado a cierta distancia, pero ninguno de ellos se atrevió a irse. Miraban nerviosos al Mono Tierra, preparados para recibir sus órdenes en cualquier momento.
Parecía que el verdadero maestro de la pradera no había sido Chusu, sino el Mono de la Tierra.
Mientras miraba a esa estrella brillante, el Mono Tierra entrecerró los ojos en confusión.
Aunque era astuto y siniestro, todavía no era un ser inteligente y no sabía cómo cultivar. Naturalmente, no podía comprender tales fenómenos.
De repente, el Mono de la Tierra enderezó su cuerpo y miró a la lejana montaña de piedra, la cautela y el malestar aparecieron en sus ojos.
Casi inmediatamente después, se arrastró detrás de Chen Changsheng, asomando la cabeza y gruñendo en la oscuridad.
Xu Yourong se levantó y miró por encima. "Ellos estan aqui."
El Grulla Blanca agitó sus alas, volando alto en el cielo para recibir al invitado.
El viento se intensificó de repente, y la hierba se inclinó hacia el sur.
Los alrededores eran planos y carecían de árboles, pero un sonido aleteo provenía de algún lugar.
Era el sonido del viento soplando contra una cometa.
Una enorme cometa se desplazó desde las regiones del norte del brillante cielo estrellado.
Una cuerda estaba atada a la parte inferior de la cometa, el otro extremo aparentemente atado a una persona.
La cometa voló sobre las montañas de color blanco y llegó a esa pradera bañada por la luz de las estrellas.
Con un chasquido, la cuerda se rompió.
La cometa se desplazó hacia arriba, desapareciendo gradualmente. Era como si hubiera ascendido a los cielos estrellados, sin dejar evidencia de su existencia.
La tierra tembló.
Esa persona aterrizó frente a Chen Changsheng y Xu Yourong.
Su cara estaba cubierta en una hoja de papel blanco.
Resultó que el sonido de aleteo no había sido el viento contra la cometa, sino el viento que soplaba contra este papel blanco.
Varios agujeros habían sido perforados en este papel blanco, sus abismos negros aterradores de contemplar. Esto fue especialmente así hoy, ya que el p Read more ...