Capítulo 1070 - La furia de los príncipes
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
Cien Flores Lane había experimentado la desolación, el espectáculo, la destrucción y la reconstrucción. Su aspecto de antaño había sido reemplazado hace mucho tiempo, pero era más próspero y más silencioso que antes. Sauces recién plantados crecieron a lo largo del camino. A principios de la primavera, sus nuevos capullos de color verde claro no pudieron ocultar los aleros de los restaurantes detrás de ellos.
Tianhai Shengxue miró en silencio por un largo tiempo a la puerta de la Academia Ortodoxa, en lo profundo del camino.
La puerta actual había sido construida por el clan Tianhai, su antiguo había sido embestido por su orden.
Pensó en aquel día de llovizna en la capital, en cómo había regresado del norte con su caballería subordinada y había hecho colapsar a un caballo de guerra a su orden. En ese momento, cuán brillantemente habían brillado él y el clan Tianhai, cuán arrogantes habían sido, ¿pero ahora?
Después del golpe del Mausoleo de los Libros, salvo cuando llevaban a cabo las tareas asignadas por el venerable Daoísta o el emperador, el clan Tianhai era tan discreto como era posible. Este año, con grandes dificultades, finalmente se prepararon para demostrar su poder en el cuartel general del Monte Mount Song y obtener algún beneficio para ellos, pero terminaron encontrándose con un asunto importante y ese orgulloso hermano menor murió.
En cuanto a Tianhai Ya'er, que hace mucho tiempo había traído al clan Tianhai en conflicto con la Academia Ortodoxa, había sido olvidado hace mucho tiempo.
Fei Dian vio la expresión desolada en su rostro y adivinó lo que estaba pensando. Él dijo: "Si te lo has perdido, te lo has perdido. Vámonos".
Tianhai Shengxue negó con la cabeza y espoleó a su caballo hacia Hundred Flowers Lane.
Fei Dian pareció un poco sorprendido. Miró silenciosamente a Tianhai Shengxue entrar.
Tianhai Shengxue no estaba simplemente de paso, sino que había venido específicamente a visitar la Academia Ortodoxa, porque ya no quería seguir perdiéndose.
Llamó a la puerta de la Academia Ortodoxa y luego entró.
Su elección fue la misma que hizo en el Gran Examen.
Esperaba que su clan pudiera continuar su sucesión, por lo que optó por apostar todo por el otro lado.
Quería separarse completamente de su clan para que incluso si el clan Tianhai fuera asesinado para el hombre, él sobreviviera.
......
......
El emperador Taizong había dejado muchos descendientes. Incluso después de tantos años de prueba y tribulación, después de tantos años de asesinato, todavía quedaban bastantes de ellos.
Los estados principescos que bordean el Camino de la Paz fueron una prueba.
Los propietarios de estas fincas miraban todos los bienes del Príncipe de Xiang.
Si el Príncipe de Xiang no daba su opinión sobre el asunto de hoy, los otros príncipes solo podían permanecer en silencio.
El camino de la paz fue extremadamente tranquilo.
Pero en una de las fincas principescas, se podía escuchar una interminable corriente de maldiciones, una sarta de obscenidades tan repugnante que hacían que las orejas retrocedieran con disgusto.
Era el estado del Príncipe de Zhongshan.
Entre los príncipes del clan Chen, el príncipe de Zhongshan, Chen Xuanqing, podría considerarse el más famoso, en parte debido a su temperamento, y en parte debido a su legendaria experiencia.
Si él no había jugado al loco en aquel entonces y no había comido una pequeña cantidad de heces de caballo, la emperatriz divina de Tianhai lo habría matado hace siglos.
Este asunto también demostró indirectamente cuán sobresaliente era este príncipe. Si él no era más que un príncipe ordinario, si no poseía una fuerza extremadamente formidable, solo ligeramente inferior al Príncipe de Xiang, ¿cómo podría haber sido forzado a tales medidas por la emperatriz divina Tianhai?
Para un príncipe tan poderoso poder soportar tal humillación era una prueba de lo aterrador que era.
estaba.Especialmente cuando su tez era tan sombría como lo era ahora.
Los vasallos de la finca y los expertos leales a él llenaron la habitación. El general divino Xiaoling y el Príncipe de Luling, que acababan de regresar del monte Xiao, también estaban presentes.
Todo el mundo tenía la cabeza gacha, ninguno de ellos se atrevía a encontrarse con la mirada del Príncipe de Zhongshan, y mucho menos a hablar.
Esto solo agrió aún más la complexión del Príncipe de Zhongshan. Les señaló y maldijo: "¡Nos están intimidando Read more ...