Capítulo 1056 - Una decisión del diablo
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
Todos esperaron expectantes a que Chen Changsheng diera una resolución perfecta, incluso al obispo más acérrimo de la facción conservadora.
Los ancianos obispos miraban a Chen Changsheng con miradas bastante complejas.
Era estudiante de Shang Xingzhou, un joven creado por Mei Lisha, un miembro indiscutible del linaje de Xining, un sucesor de la línea tradicional de la ortodoxia. Lógicamente hablando, debería haber estado parado de su lado, pero no fue así.
Había puesto a Linghai Zhiwang y Daoist Siyuan en papeles importantes, y después de que el taoísta Baishi muriera en la ciudad de Wenshui, no había consolado a la facción conservadora. En cambio, había permitido que Hu Treinta y dos, un obispo de la nueva facción con una reputación terrible, reemplazara a Daoishi Baishi.
Fueron precisamente estos asuntos los que causaron una intensa insatisfacción en la facción conservadora, dando como resultado la situación actual.
Pero incluso ahora, nadie pensó ni se atrevió siquiera a pensar en sacar al Papa de su trono.
Todavía tenían esperanza para Chen Changsheng.
Pero ellos mismos no sabían lo que esperaban que hiciera Chen Changsheng.
El cuerpo de Mei Chuan todavía estaba en la oscuridad fuera del pasillo.
Esta fue la elección de Xu Yourong.
Chen Changsheng podría ir con la corriente, pero no haría esto.
Debido a que el Dao que cultivó desde que era un niño significaba que nunca podría engañarse a sí mismo y a los demás.
Aunque esta podría haber sido una de las características necesarias para convertirse en uno que pueda tener éxito en grandes empresas.
De repente recordó las palabras de Bie Yanghong en White Emperor City.
Naturalmente, había una gran diferencia entre ellos, pero aún podría servir como una analogía.
Luego recordó las últimas palabras del arzobispo Mei Lisha antes de su muerte.
"Cuando caminaba por la Avenida divina, recordé esa cuestión de hace muchos años, antes del Gran Examen de ese año".
Una sonrisa nostálgica apareció en la cara de Chen Changsheng.
Todos sabían que se estaba refiriendo a cómo el Arzobispo Mei Lisha había anunciado a todo el continente que Chen Changsheng quería alcanzar el primer rango de la primera pancarta en el Gran Examen.
Esta reminiscencia no continuó. La atmósfera que podría haberse calentado se volvió tensa una vez más.
Una voz fría y mordaz atravesó la multitud.
"¡Y entonces Su Santidad mató a su único sobrino!"
El gran salón se volvió anormalmente silencioso.
Chen Changsheng no dijo nada.
Sí, alguien había convertido a Mei Chuan en el Supervisor de Educación de la Academia Ortodoxa precisamente para crearle dificultades.
Si lo mató o no lo mató, resultaría en dificultad.
Entonces Tang Treinta y Seis no dudó. Se había ido a la casa a traer una espada y matar a Mei Chuan.
Entonces Xu Yourong había matado a Mei Chuan.
Eran los dos más cercanos a él, quienes más entendían su mente y corazón, por lo que no le dejarían elegir, no le dejarían llevar esa infamia.
Pero no había detenido a Tang Treinta y seis en aquel entonces, por lo que esta también fue su elección.
Sobre el mar de estrellas pertenecía al Reino divino.
Debajo de la inmundicia pertenecía al polvo.
"Tendré todos los crímenes que debería tener".
Chen Changsheng dijo calmadamente a la multitud.
Él no usó recuerdos cálidos para cerrar la fisura entre lo nuevo y lo conservador, no dio una razón suficientemente convincente.
No hubo explicación, por lo que naturalmente no hubo ninguna resolución.
El eligió llevarlo con calma.
El Gran Salón de la Luz estaba lleno de gritos de asombro.
Las expresiones de los sacerdotes cambiaban continuamente, revelando todo tipo de emociones.
Algunas personas se decepcionaron, otros se sintieron aliviados. Algunos eran sospechosos, otros perplejos.
Chen Changsheng estaba dispuesto a soportar todos los crímenes.
El problema era, ¿quién bajo los cielos estrellados estaba dispuesto a condenar al Papa por algún crimen?
Esta no fue la autocrítica de un Santo, sino una declaración muy insensible.
Varios suspiros de desesperación se escucharon en la multitud, así como varias críticas.
Chen Changsheng agarró el Bastón divino y silenciosamente se levantó, sin decir nada más.
Linghai Zhiwang caminó frente a la plataforma y sacó un pergamino preparado durante mucho tie Read more ...