Capítulo 1028 - El verdadero movimiento final
Traducido por: Hypersheep325
Editado por: Michyrr
Cuando la punta de la lanza salió del vacío, Chen Changsheng la había bloqueado con la Estúpida Espada.
Desde el momento en que decidió matar al Señor de los Demonios, entró en la oscuridad, y finalmente cuando se enfrentó al Ángel de la Luz Sagrada, estaba usando la Espada Intelectual.
Entonces, para su movimiento final, naturalmente usó la Blazing Sword.
Estas fueron las tres espadas que Su Li le había pasado en el desierto.
Cuando vio que la espada brillaba, el Ángel pareció ligeramente sorprendido y luego levantó su mano izquierda.
Parecía no pensar que la velocidad de Chen Changsheng se volvería repentinamente tan rápida, que su verdadera esencia se volvería tan poderosa.
Con una ligera palmada, el Ángel usó sus dedos para agarrar la espada de Chen Changsheng. Incapaz de moverse, era como un mosquito atrapado.
La Espada Inoxidable tenía un borde inigualable, pero cuando se sostenía con fuerza, no podía atravesar los dedos del Ángel.
Este debería haber sido el movimiento más fuerte de Chen Changsheng, pero no fue una amenaza para el Ángel de la Luz Sagrada.
Lógicamente hablando, el Ángel debería haber adoptado una actitud aplastante y comenzó a atacar a Chen Changsheng.
Pero, por alguna razón, apareció una pizca de miedo en el fondo de sus ojos.
Su Li probablemente estaba en el Continente de la Luz Sagrada en este momento, ¿quizás ya había visto este movimiento antes? ¿O había sentido algo más?
Chen Changsheng no notó el cambio en las emociones del Ángel. Continuó quemando su verdadera esencia y avanzando.
La Espada Inoxidable no avanzó ni un solo cabello.
El miedo en los ojos del Ángel se convirtió en ira y sus dos dedos se volvieron.
La Espada Inoxidable se dobló como un arcoíris, pero no se rompió.
Una energía titánica viajó a través de la espada hasta las manos de Chen Changsheng.
Con unos pocos chasquidos de luz, los huesos de su muñeca estaban cubiertos de grietas, que podían romperse en cualquier momento.
A Chen Changsheng no le importó. Las tres espadas que Su Li le había enseñado no eran su verdadero movimiento asesino.
Estas tres espadas fueron para ayudarlo a llegar frente al Ángel.
En la empuñadura, las cinco perlas de piedra, los Monolitos del Santo Celestial, comenzaron a girar, subiendo por la espada hasta el Ángel.
El Ángel inmediatamente sintió que algo estaba mal.
Las leyes del mundo en el espacio entre él y Chen Changsheng estaban cambiando.
¿Qué objeto podría cambiar las leyes del mundo en un área tan pequeña?
El rostro del Ángel de repente se puso extremadamente pálido, casi transparente. Era como si estuviera hecho de vidrio.
Innumerables rayos de luz salieron de su cuerpo en todas direcciones.
Un cultivador ordinario del continente sería quemado instantáneamente si tocaran estos rayos de luz de energía ilimitada.
Chen Changsheng no lo haría. Su cuerpo estaba lleno de la misma luz, y había aún más, y era aún más puro.
El Ángel inmediatamente aflojó sus dedos y se retiró a la oscuridad.
Hubo un ruido metálico cuando la Espada Inoxidable se rompió hacia atrás, su borde cortó el espacio pero no pudo tocar el cuerpo del Ángel.
La cadena de perlas de piedra salió disparada de la espada, pero tampoco golpearon al Ángel.
Varias corrientes de luz brillaban en los ojos de Chen Changsheng, las marcas dejadas por el Ángel cuando batía sus alas.
Con la velocidad del Ángel, siempre que se retirara, a Chen Changsheng le costaría ponerse al día, y mucho menos participar en un combate cuerpo a cuerpo.
Solo podía mirar esa lanza de luz desde la distancia, lo que lo llevó a caer en una situación verdaderamente desesperada.
Chen Changsheng no entró en pánico, ni se desesperó.
Porque los Monolitos del Libro Celestial no eran su verdadero movimiento final.
Con un clack, la espada inox y la vaina de la bóveda se separaron.
Chen Changsheng agarró la parte superior de la funda y la agitó en la oscuridad.
Esta acción fue similar a cuando Luoluo usó el Látigo de Lluvia Caída, y también fue como si alguien rociara agua.
Innumerables resplandores de espada salieron de la vaina, un río de estrellas desde donde se podía escuchar el débil llanto de un dragón.
Las alas del Ángel ondearon incesantemente.
La oscuridad resonó con innumerables colisiones.
Era espada contra ala de luz, pero el sonido era el choque claro y b Read more ...