Capítulo 819 - Climax
Traducido por: Berrrybunz
Editado por: TN y DeAndreR
Los enemigos se adentraron en el Continente de Arena del Bosque de Piedras infinitamente como maníacos.
Aya ya no recuerda cuántas veces pelearon, durante seis días y noches enteros, las batallas nunca se detuvieron contra los enemigos que cayeron como mareas. Su gran espada estaba cubierta de agujeros, su delicada cara cubierta de ceniza, y solo su único cabello rojo ardiente brillaba con deslumbramiento.
Finalmente, obteniendo el precioso tiempo para descansar, Aya abrazó su espada y se quedó sin aliento: "¿Cuántos hombres todavía tenemos?"
Los ojos del triángulo abrieron la boca, pero no dijeron nada, y después de un momento se informó: "Todos están aquí".
Aya se congeló.
A su alrededor, todas las caras familiares estaban llenas de cansancio, ninguna de ellas estaba completamente intacta.
~ Solo quedan unos pocos cientos ... ~
Los ojos de Aya salieron a la superficie con pena, ella permaneció en silencio por un momento, y luego dijo a la ligera: "Lo siento, todos ..."
'' Hermana mayor, no digas esas palabras ''. Los ojos del triángulo se rieron entre dientes y luego se burlaron de sí mismos: '' Ss Pink Skulls de Bullou Continent, ¿cuál de nosotros no está preparado para morir? ¿Cómo vivimos en el pasado? Viejo, ¿recuerdas la hoja rota que usabas, la sostieneste durante seis años y estaba tan rota que podía usarse como una sierra? En ese momento, al escuchar que un nuevo rico estaba planeando comprar un ejército, lo buscamos, ya que nos consideramos a nosotros mismos como uno solo. Todos pensaron lo mismo, al aferrarse a una rica mina de oro, nos volveremos más fuertes ".
Todos escucharon en voz baja, sus rostros revelaban sinceras sonrisas, y no pudieron evitar pensar en las vidas que llevaron en el pasado.
'' Nunca habrá un jefe como el Maestro. Él es rico y nos equipa a cada uno de nosotros, si no fuera por el entrenamiento de bit que nos hizo sentir como si fuéramos, creo que ya me habría convertido en una cabra gorda. Pero al vivir este estilo de vida, este viejo se siente algo vacío, ¿por qué? ¡Porque el tratamiento fue demasiado bueno! Todo el mundo sabe por nosotros mismos de alto nivel. Este viejo no tenía la cara para decirle a la Maestra que no merecemos ese trato. Después de eso, este viejo se asustó, intercambiamos nuestras vidas, un trato tan bueno, nuestras vidas ya no serían nuestras. Y finalmente, todos sabemos ahora, Shifu es un hombre tan astuto, intercambiamos obedientemente nuestras vidas, ¡pero todavía me siento dispuesto a hacerlo! ''
Todos rieron.
Alguien habló entre la multitud: "Te lo has ganado. Tercer hermano, ¡tu vida basura realmente vale algo de dinero!"
Los ojos del triángulo alzaron sus cejas, y dijo: '' Entonces, ¿por qué digo que todos estamos dispuestos a hacerlo? ¡Lanzamos nuestras vidas en secreto, entonces nuestras vidas son lo que debemos dar! Ahora que hemos obtenido algo de valor por nuestras vidas basura, todos, díganme, ¿vale la pena? ''
''¡Vale la pena!''
"¡El pequeño jefe Tang no tiene nada que decir al respecto!"
"Siento que las palabras del Tercer Hermano son correctas".
''¿Qué?''
"¡El entrenamiento es tan agotador que nos hace querer escapar!"
'' ¡Jajajaja! ''
......
Todos discutieron animadamente, todos hablaron sin ningún temor, suspirando tranquilamente sin ninguna tristeza.
Las orejas de Aya se movieron, levantó su gran espada y dijo con frialdad: "¡Prepárense para la batalla!"
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En la zona de los restos fuera de la Fortaleza del Guardián del Océano.
Los agudos sonidos de advertencia sonaron en toda la llanura.
Uno tras otro, grandes buques de guerra formaron una línea recta y se precipitaron hacia la zona de los restos.
Wei Ting Ting y el resto revelaron miradas de duda, ¿qué estaban tratando de hacer? Todas las naves de guerra inmensamente grandes se movieron extremadamente torpemente y de ninguna manera fueron capaces de pasar a través de la zona de restos, solo barcos de asedio de pequeña escala podían pasar.
Crane inmediatamente sintió que algo andaba mal, ya que una intensa sensación de inquietud nublaba su corazón.