Capítulo 674 - Bradley's Beseech
Traducido por: Berrrybunz
Editado por: TN y DeAndreR
El ataque que fue disipado por Chen Zi Lin entró en el cuerpo de Ah Lun, pero no conmovió al hombre de acero.
Se quedó quieto como una estatua, como si no le importara. Debido a la existencia de Chen Zi Lin, pudo poner a prueba una ofensiva peligrosa y poderosa, que creó la Huelga de los Tres Pasos. Tenía absoluta confianza en Chen Zi Lin, lo que les permitía estar conectados a un nivel extremadamente profundo. Ah Lun, el que no tenía miedo, era como una bestia salvaje, la tenacidad e intrepidez de un hombre lupus se mostraba a través de él en la saturación.
Ah Lun observó a los enemigos desordenados frente a él, mantuvo su postura cautelosa, mientras que su ejército mantuvo su postura ofensiva, solo para agregar presión a la otra parte.
Aunque la cara del otro general era lenta y sobresaltada, pero los soldados estaban llenos de miedo y entumecimiento, mostrando que este ejército ya había perdido su capacidad de luchar.
Pero Ah Lun no se relajó debido a sus expresiones, si no estuvieran en su territorio, ya habría tomado prestado el impulso para matarlos y destruirlos por completo, y eliminar cualquier posible peligro.
Los ojos de Ah Lun eran serenos e insondablemente profundos, una forma de ataque tan imprudente, pero no había ni una pizca de ondulaciones de luz.
Este era Ah Lun.
Resuelto y valiente, valiente y tranquilo, el comportamiento de un gran general.
La cara de Jerome era blanca pálida, sus manos eran débiles, el temperamento revelado por los enemigos frente a él lo hacía temer a la batalla, no podía encontrar ningún valor para ir en contra de ellos. En ese momento, estaba lleno de vergüenza y derrota, el ejército del megáfono que había mejorado con sumo cuidado, en realidad no podía atacar, y bajo el ataque de un ejército sin nombre, se había vuelto desordenado y había sido completamente derrotado.
Por un momento, estaba perdido y no sabía qué hacer.
Nadie dijo nada, era un gran desierto, todo el lugar estaba en silencio, solo con el sonido del viento soplando, soplando y extendiendo el calor de los soldados de la Montaña de Escarcha.
Eran del mismo color plateado, pero eran completamente diferentes, tan deslumbrantes que la gente de Tauro sentía dolor en los ojos. Querían cerrar los ojos, pero la escena parecía tener una fuerza atractiva, no podían hacerlo y solo podían observar.
Estaban perdidos, asustados, abrumados por la conmoción, aturdidos, desesperados. Sus expresiones eran lentas, sus labios temblaban. Incluso los 10 santos que bloquearon la Huelga de los Tres Pasos actualmente estaban mudos, sus manos temblaban incesantemente.
De repente, retumbó retumbar.
Pasos rompieron el silencio.
De la plata congelada, una figura montañosa salió.
Antes de que los soldados pudieran siquiera recuperarse del impacto, los ojos de Jerome que habían perdido su distancia focal recuperaron su expresión.
Ah Lun se detuvo a 30 metros de la otra parte, pa, apuñaló la espada de plata en el suelo.
Esto es......
El corazón de Jerome tembló.
La mano que sostenía la espada de plata tembló, chi, un aura de espada afilada cortaba sin esfuerzo el suelo, como si cortara en papel, la línea se extendía en la distancia.
Un rastro de espada recta bloqueó el frente del ejército megáfono.
"¡Quien se atreva a ofender a la diplomacia será asesinado!"
Ah Lun tiró esas palabras, y sin siquiera mirar a Jerome, regresó a sus tropas.
La sangre subió por la cabeza de Jerome, su rostro se ruborizó, casi saliendo de sus poros. Apretó los puños con fuerza, todo su cuerpo temblaba. Esta línea había atraído su corazón. Fue una advertencia, no pasar de la línea.
~ Pero, esta es la constelación de Tauro, esta es nuestra tierra! ~
La gente de la Constelación de Tauro estalló como volcanes, se enfurecieron y empezaron a regañar en voz alta, diciendo que mostrarían Ah Lun y el resto.
La cara de Bradley se oscureció cuando buscó una audiencia con Sai Lei, en la que Sai Lei no rechazó esta vez.
'' Para que tu lado noble haga esto, ¡nos estás provocando claramente! Bradley miró a Sai Lei, su tono helado.
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