Capítulo 278 - La idea tonta de Feng Chou
Traducido por: Berrrybunz
Editado por: XRCO, Natsuriayuko y De Andre
Los asuntos con los líderes de la tribu fueron entregados a Bing con plena autoridad por Tang Tian.
Con respecto a estos asuntos, si no fuera por los requisitos de Bing, ni siquiera interferiría con eso. Además, la gente a su lado no podría importarle mucho. El objetivo de Ling Xu era la venganza, el objetivo de Crane era el renacimiento de Heavenly Crane Constellation, solo Bing estaba obsesionado con tales asuntos.
Los tres se centraron en el entrenamiento.
No hace falta decir que Tang Tian definitivamente no perdería el tiempo en asuntos diversos y entrenaría locamente. Después de la última batalla, había encontrado su debilidad, en la que su Verdadero Poder era demasiado débil. Aunque el Rey Peacock Eyes era fuerte, su poder estaba directamente relacionado con True Power, mientras que Fire Scythe Ghost Claw consumía mucho True Power.
Pero lo más importante fue que su Verdadero Poder acababa de llegar a un nuevo punto crucial.
Nunca había acortado su entrenamiento mientras usaba rocas estelares. Con la pila de innumerables rocas estelares, añadiendo la larga duración del entrenamiento en el cuartel de reclutas, había alcanzado el pico del se*to nivel.
Pero, después de sondear, la barrera de la cima del se*to nivel, inmediatamente lo hizo sentir la dificultad de abrirse paso.
Feng Chou, que solo tenía la cabeza izquierda, estaba flotando en el cuartel de reclutas, sintiéndose extremadamente raro. Después de ser arrastrado a este extraño lugar donde solo estaba él y una cara de póker. La cara de póquer lo recibió, luego dejó de moverse. En la esquina había humo con ojos, que se quejaban todos los días sin parar. Feng Chou no era una persona extrovertida, por lo que naturalmente no se molestó.
Solo después de mucho tiempo entró Tang Tian.
Tenía una mirada apresurada mientras saludaba, sin decir una palabra, comenzó a entrenar. Feng Chou lo escudriñó por un largo tiempo, luego tuvo que admitir que no era una pena perder a Tang Tian.
Los movimientos extremadamente aburridos y aburridos de agitar el escudo, en una sesión de entrenamiento lo repitió más de 10.000 veces.
Feng Chou observaba con admiración, ya que había muy pocos jóvenes que podían entrenar en esta medida. Después de la aparición de las cartas espirituales, había cambiado las formas de entrenamiento en técnicas marciales, y hacía que el entrenamiento fuera aún más conveniente. Todos los jóvenes que provenían de buenas familias, recibieron tarjetas de oro y pudieron usarlo durante un año.
La experiencia que los antepasados tuvieron para las técnicas marciales, podía transmitirse por completo con mayor eficiencia y, al mismo tiempo, hacía que los jóvenes fueran extremadamente vagos. Se volvieron aún más impacientes. ¿Quién estaba dispuesto a pasar por el sufrimiento de las repeticiones? A sus ojos, ¿no era necesario pasar por formas tan tediosas de entrenar?
Pero para Feng Chou, que había pasado su vida con su espada como su compañero, era consciente del largo viaje, paso a paso. Al apoyarse en los antepasados, naturalmente comenzarías desde un lugar más elevado. Pero esto también significaba que sus fundamentos no eran seguros, porque sus fundamentos, son los fundamentos de sus antepasados, y no los suyos.
Una técnica marcial, en manos de diferentes personas, a menudo tendría estilos y características completamente diferentes, y eso se debe a que la comprensión de todos es diferente. Si una persona esquiva, y siempre depende de sus predecesores, la ruta que caminará será cada vez más estrecha.
Un árbol con raíces débiles nunca puede madurar con fuerza y salud.
El mayor nivel de crecimiento de la técnica marcial no significaba volverse más complicado o complejo, sino que significaba estar más cerca de las leyes y la esencia del mundo.
Entonces, cuando Feng Chou presenció a Tang Tian pacientemente practicando su escudo, se sorprendió mucho. Después de eso, la forma extremadamente loca de entrenamiento de Tang Tian, lo hizo aún más mudo.
Cuando Tang Tian se sentó para meditar y recuperarse, su cara era miserable y fruncía el ceño, Feng Chou no pudo evitar preguntar: '' ¿Hay algo en tu mente? ''
Su personalidad era excéntrica y orgullosa, su corazón estaba en su espada. Pero estaba lleno de admiración por la actitud de entrenamiento de Tang Tian, y naturalmente se sintió más familiarizado con él. Aunque era reservado, pero estaba desconectado del mundo, y su corazón era como un recién nacido.