Este capítulo está patrocinado por: Anonymous (J.A.) y Justin Erges
Capítulo 174 -Tasas de enemigos fuertes, batalla feroz descendente
Traducido por: Yunichan
Editado por: Shiroyukineko
TLCed por: Shiroyukineko
En la cima del acantilado de la montaña, Heaven's Line Cave.
Yue Yang estaba a punto de salir de Heaven's Line Cave para rescatar a la Princesa Qian Qian cuando de repente hubo un gran terremoto desde arriba. El sonido retumbante era como si los Dioses del Relámpago hubieran golpeado la cima de la montaña. Fragmentos de roca llovían como gotas de lluvia.
En medio de los escombros que desordenadamente salpicaron en el suelo, una sombra humana también cayó y aterrizó como un meteorito. Parecía que no era rival para su oponente y, por lo tanto, fue derribada por el acantilado.
Cuando la persona estaba a punto de estrellarse contra las rocas, Yue Yang inmediatamente voló y la atrapó.
Sin embargo, como el impulso gravitatorio era demasiado fuerte, incluso con las habilidades de Yue Yang, no pudo neutralizar por completo el movimiento de colisión. Ambas personas quedaron aplastadas contra las rocas, sacudiéndolas con un fuerte estruendo. La visión de Yue Yang se ennegreció en períodos de tiempo. Afortunadamente, había reducido una buena parte de su caída de impulso. Si no fuera así, dos de sus costillas probablemente ya se habrían roto. Mirando a la persona en su seno, como se esperaba, fue la espadachina imperial, la princesa Qian Qian. Sin decir una palabra, sacó su Hui Jin Magic Blade.
"Idiota, ¡yo soy el verdadero!" La princesa Qian Qian temía que este hombre la atacara, por lo que inmediatamente lo miró con su noble mirada, advirtiéndole que no le hiciera nada indiscriminadamente.
"¿Ya no volviste al palacio? ¿Por qué me seguías desde atrás? "Yue Yang no quería separarse de la belleza en sus brazos, su nariz se movía sobre su cuello para tomar respiraciones profundas del aroma virgen de la princesa Qian Qian, silenciosamente suspirando de placer. Con tanta belleza en sus brazos, era realmente mejor que tener todo el país bajo la regla de uno. No es de extrañar que tanta gente prefiera morir bajo el clímax de placeres seculares. Un estilo de vida secular era demasiado un deseo de esperar.
"Aléjate de mí ...!" La princesa Qian Qian se quedó sin palabras cuando vio que incluso en este tipo de situación, esta mocosa no había olvidado tomar ventaja de ella, olfateando su cuerpo en todas partes. Su rostro se enrojeció y ella saltó, empujando las patas lobunas de Yue Yang.
Una explosión de [Hellfire] bajó del cielo con un fuerte bramido. Esta vez, el objetivo no era la Señora de la Ciudad de Luo Hua, sino la Princesa Qian Qian.
En lugar de retirarse, la princesa Qian Qian avanzó hacia el cielo de furiosas llamas y agitó su espada.
Las llamas se dividieron en dos mitades.
La espada Qi que reverberó desde su corte se elevó en el cielo y golpeó las rocas en el techo de la cueva, penetrando profundamente dentro mientras cortaba las rocas en su camino.
Ella estaba preocupada de si Yue Yang sería quemado en carbón en medio del [fuego infernal]. Pero cuando miró hacia atrás, se dio cuenta de que este tipo estaba en cuclillas justo detrás de ella, utilizando su cuerpo como un escudo, y estaba sano y salvo. Incluso tenía una sonrisa astuta en la cara que le picaba por una zurra. Esto hizo que la princesa Qian Qian realmente se molestara. "¿Qué estás haciendo?"
Yue Yang estaba admirando la adorable figura de la princesa Qian Qian y su trasero alegre. Normalmente, estos estaban cubiertos en su mayoría por su armadura de plata, por lo tanto, no era demasiado obvio.
Pero justo ahora tenía que agitar con fuerza su espada para atacar. Con esos grandes movimientos, sus curvas quedaron inmediatamente expuestas.
Por supuesto, Yue Yang solo admiraba y no lo decía en voz alta. Inicialmente pensó en decir que se estaba quedando detrás de ella para evitar las llamas, pero una vez que su mirada noble lo fulminó con la mirada, accidentalmente dijo "Solo estoy admirando el paisaje aquí ... ..."
"¿Cómo está el paisaje entonces?" La princesa Qian Qian estaba furiosa.
"No está mal, es solo que no puedo verlo claramente, será mejor si se quita la armadura". La imaginación de Yue Yang corría tan salvaje que accidentalmente volvió a decir la verdad.
"¡Entonces te dejaré ver todo lo que quieras!" La Princesa Qian Qian levantó su trasero, y su cuerpo de repente cayó hacia atrás, golpeando su trasero contra la cara de Yue Yang y abatiéndolo a muchos metros de distancia. Yue Yang se frotó la nariz, que le dolía gravemente, pensando en silencio que incluso la buena suerte no era algo que pudiera sop Read more ...